𝖲𝗐𝖾𝖾𝗍 𝗅𝗂𝖾 𐙚𝗄.𝗆

♡⃕ 02

La noche había caído y con eso Jimin salió a comprar algunas cosas a la tienda, tenía mucho antojo de comida chatarra, algo que no suele hacer porque se pone dietas estrictas debido a que quiere ser un gran modelo en la empresa de su hermano mayor.

Era su sueño, ser la portada de muchas revistas y por supuesto lo conseguiría. Cuando llegó a la tienda tomó tres botes de Pringles, un bote de helado de fresa, dos latas de Sprite, dulces y ramens para la semana. Fue a la caja y pagó todo para luego salir.

Camino de vuelta a su casa cuando escucha una voz a lo lejos que le pareció conocida, miró al otro lado de la calle observando a Jungkook entrar a esa cafetería, tenía consigo una guitarra y eso le causó demasiada curiosidad.

Se iba a ir de verdad, y lo iba a hacer, pero la curiosidad le ganó y terminó cruzando la calle para entrar. Si bien vivía por esas calles y sabía de la existencia de esa cafetería, jamás entró. Y eso era porque no le gustaba para nada el café o en lugar, no iba con su estiló.

Miro alrededor notando las pocas personas compartiendo un café, Jimin tomó asiento uno de los pequeños sofás cerca de la puerta, miró al pelinegro de cabello largo sacar su guitarra de su estuche ¿iba a cantar? Eso es obvio genio. Se respondió a sí mismo.

Nada mal la cafetería, tenía estilo.

Golpeó un poco el micrófono, todos pusieron su atención y la luz se bajó un poco dando una atmósfera cálida, dónde la luz más grande alumbraba sólo al pelinegro en aquel escenario.

Carraspeo un poco para luego proceder a hablar.

─Buenas noches a todos, espero que la estén pasando muy bien. Soy Jeon Jungkook y les cantaré un cover de unos de mis cantantes favoritos. Aquí una de Harry Styles. Espero que les guste.

El pelinegro acomodo su guitarra y empezó a cantar la hermosa y delicada canción. Jimin se quedó impresionado cuando lo escuchó, su voz era suave y gruesa a la vez, jamás se le cruzó por la cabeza que alguien tan rudo como lo es Jeon Jungkook cantará de esa forma.

El público sonreía por lo hermosa que era su voz, bueno su voz es hermosa, tanto que el rubio tiño sus mejillas de rojo y su pecho se sintió cálido. Parecía que todo se esfumara y solo él está ahí escuchando a Jeon Jungkook. Su melodiosa voz hipnotizaba a cualquiera. ¿Enserio este era el matón de su escuela? Cuando la canción terminó el público empezó aplaudir, él también quería hacerlo, pero no pudo cuando sus ojos se encontraron con los suyos.

Los nervios lo invadieron, Jeon bajó rápido del escenario e iba directo a él. Rápido se puso de pie y se fue casi corriendo, no supo qué demonios fue aquello, su corazón empezó a martillar como si quisiera salirse de su pecho. Cruzó la calle sin dar se cuenta que venía Jeon siguiéndole de tras. Corrió un poco más cuando al fin lo pudo alcanzar.

¡Rayos!

─Espera, Park. ─lo tomó del brazo haciéndolo girar.

Jimin no sabía qué hacer o más bien como reaccionar.

─Jung-Jungkook... ─Tartamudea un poco.

El Pelinegro se miraba molesto.

─¿Me quieres explicar por qué demonios estabas en esa cafetería?, ¿me estabas espiando o que?

Jimin reacciona y se suelta de su agarre.

─¡Claro que no! So-solo entre por un café, pero luego te mire ahí y te escuché. ─mintió.

Jeon bufa porque no le creía ni una mierda.

─¿Desde cuándo te gusta el café? ─dijo en tono molesto. Aquella pregunta sorprendió al rubio.