Garime One-shot

Cuñados

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Era una tarde cálida de otoño, y el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos rosados y anaranjados. El aire fresco, impregnado del olor a tierra y música, anunciaba el inicio de uno de los festivales de música más esperados del año.

Gala y Karime habían llegado juntas al evento, junto con los fieles caballeros de la matrioshka, Jawwy, Micky y Luigi, quienes siempre tenían el espíritu festivo y contagiante que animaba cualquier reunión. Aunque cada uno tenía su estilo, todos compartían una cosa en común, el disfrutar de la música, del momento y los amigos.

Apenas llegaron al lugar, el grupo de amigos comenzó a disfrutar de la música, la atmósfera vibrante y eufórica que solo un festival puede ofrecer. Las luces brillaban alrededor, el sonido de los altavoces retumbaba en el aire y la multitud se movía como un solo cuerpo, sincronizado al compás de los beats.

"Esto es increíble", dijo Karime, que no soltaba la mano de su novia en ningún momento. Era una necesidad que tenían ambas de sentirse cerca que no causaba problemas en ninguna.

"Más increíble es estar contigo" Gala, que la abrazaba por la espalda, se agachó para oír hablar a su novia. Apretó sus dedos entrelazados sintiendo una conexión que iba más allá de la música. No necesitaban palabras para expresar lo que sentían; sus movimientos se sincronizaban de manera natural.

Bailaban sin parar, sin preocuparse por nada más que por estar presentes el uno para el otro. Karime, con su energía desbordante, se movía al compás de las notas mientras Gala la seguía sincronizando sus movimientos, dejando que la música las llevara.

"¡Vamos, chicos!", gritó Micky desde un lado. Los amigos del grupo se unieron a ellos, todos disfrutando de la misma energía frenética, pero siempre con un ojo en la pareja, admirando cómo Gala y Karime compartían momentos tan intensos y hermosos. Jawwy y Luigi se unieron al ritmo, creando un círculo improvisado en el que todos se entregaban a la música, sin importar si eran expertos en bailar o no. El objetivo era uno solo: pasarla bien.

A medida que avanzaba la noche, las canciones iban aumentando de intensidad. Las luces se dejaban ver en el oscuro cielo, creando efectos visuales deslumbrantes que solo añadían a la euforia colectiva. Gala y Karime, completamente inmersas en el momento, se movían como si fueran una sola persona. Karime levantaba las manos al aire, mientras Gala la miraba con una sonrisa de admiración, notando cómo la alegría de Karime se reflejaba en sus propios ojos.

"Te amo", susurró Gala al oído de Karime, en un momento de tranquilidad entre las canciones. Las luces brillaban con fuerza, la música estaba a todo volumen, pero todo se apagó por un segundo para ellas.

"Yo también te amo", respondió Karime, besando constantemente la zona de su mejilla y oído, para finalizar con un beso en sus labios, antes de que la música las envolviera nuevamente. No había lugar para dudas, ni para el mundo exterior; solo existían ellas y la música.

Mientras tanto, Micky y Jawwy competían por ver quién hacía el mejor movimiento de baile, mientras Luigi se encargaba de capturar algunos de esos momentos en su cámara. Los amigos observaban, disfrutaban y, en cierto modo, compartían la felicidad que Gala y Karime daban en cada paso.

La noche continuaba su curso, la música seguía llenando el aire con sus potentes vibraciones. Lamentablemente Luigi se acercó a su amiga recordándole su compromiso. Karime tenía que irse pues tenía una presentación en un centro nocturno. A pesar de que quería quedarse más tiempo disfrutando del festival, al menos estuvo un rato con ellos y su novia.

Miró a Gala, que ahora bailaba a su lado con una sonrisa, completamente inmersa en el momento.

"Cariño, tengo que irme" dijo Karime suavemente, acercándose a su novia con una mirada apenada "Tengo mi presentación, ya sabes, no puedo faltar."