En otra vida

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Pongan sus canciones más deprimentes, que ya llego LauraSad.

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Karime y Gala se encontraban en el balcón del departamento de Karime, viendo las luces de la ciudad. Karime apoyada en el pecho de la más joven, abrazadas. Disfrutando del acogedor ambiente, el calor y la tranquilidad de cada una. El silencio entre ellas decía más que mil palabras. Ambas sabían que, en medio de la complicidad y de los juegos de coqueteo, había algo más fuerte, más profundo.

Gala estaba nerviosa; sus dedos jugaban con los de Karime, mientras sus ojos viajaban entre las luces de la ciudad y ver el perfil de aquel rostro del que estaba enamorada. Sentía que su corazón le pedía ser valiente y dar el paso, pero temía romper la barrera que ambas habían construido.

"Karime," dijo Gala con voz suave, rompiendo el silencio, "¿nunca has pensado en que... tal vez, podríamos ser algo más?"

Karime se movió lo suficiente para poder verla y el brillo en sus ojos reflejaba todo el cariño que le tenía. Suspiró, tratando de encontrar las palabras correctas. Sabía que había algo especial entre ellas, algo que iba más allá de la amistad, pero sentía miedo, un miedo irracional de arriesgar lo que tenían. Gala era alguien fundamental en su vida, una pieza irremplazable, y la idea de perderla le hacía pensar dos veces en lo que sentía.

"Gala..." respondió Karime, llevo su mano a la mejilla de la pelirroja. "No sabes cuánto significas para mí. Eres la persona que más me entiende, la que siempre está a mi lado, y.... no sé, a veces siento que sería increíble estar contigo. Pero también tengo miedo... No podría soportar perderte."

Gala apretó su mano, con una leve sonrisa que ocultaba su propia tristeza. Quería más que una amistad, quería una vida con Karime, pero comprendía el temor de su amiga. Sin embargo, la idea de limitarse a una amistad también le dolía, porque sabía que en el fondo ambas querían lo mismo.

"¿Y si nos damos una oportunidad?" susurró Gala con la esperanza brillando en sus ojos. "Podríamos intentarlo, sin prometer nada. Solo tú y yo, y si no funciona... siempre estaremos ahí la una para la otra."

Karime dudó un momento, pero en sus ojos se asomaba la ternura y el amor que sentía. Pensaba en las risas compartidas, en los momentos en los que Gala la había apoyado incondicionalmente, y comprendía que no había nadie que la hiciera sentir así.

"Gala, tú eres... eres todo para mí. Eres esa persona que nunca quiero perder. Me da miedo no ser la persona que tú mereces, pero si alguna vez piensas que esto no vale la pena, prométeme que no te irás."

Gala asintió, y en un impulso, la abrazó. Fue un abrazo que hablaba de esperanza, de confianza y de amor. En ese momento, ninguna de las dos supo si estaba bien o mal, pero ambas estaban dispuestas a arriesgarse. Sabían que era un camino incierto, pero también que cualquier sacrificio valdría la pena si al final, seguían juntas.

Los días pasaban y Karime y Gala se volvían inseparables, más de lo que ya eran. Se cuidaban, compartían todo, y aunque no habían puesto etiquetas a su relación, su conexión iba creciendo en una dirección clara. Se sentían felices, como si el mundo desapareciera cuando estaban juntas, y la complicidad entre ellas se fortalecía con cada momento compartido.

Gala, en especial, era quien se entregaba con cada detalle. Siempre buscaba maneras de sorprender a Karime, ya fuera con un mensaje de buenos días o apareciendo de improviso en su trabajo con café y su platillo favorito. Gala estaba allí en cada logro, en cada dificultad, y eso llenaba a Karime de una mezcla de felicidad y temor.

Una noche, después de una cena en casa de Gala, Karime se quedó callada mientras ambas recogían los platos. Se había dado cuenta de cuánto se estaba enamorando de su amiga y de cuánto Gala era capaz de dar. Aquello, lejos de tranquilizarla, le generaba una sensación extraña, una punzada en el pecho que la inquietaba.

Garime One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora