Detrás de la puerta VIII

1.1K 118 9
                                    

(8/?)

.

.

.

Gala no perdió tiempo después de aquella noche del evento. Sabía que el camino hacia el corazón de Karime estaba lleno de obstáculos y que nada de lo que hiciera podría borrar el pasado, pero también estaba dispuesta a demostrarle, paso a paso, que sus sentimientos eran sinceros y que estaba comprometida a reconstruir su confianza.

Comenzó con cosas pequeñas. Cada mañana, la conductora encontraba un pequeño gesto de parte de Gala: un mensaje de buenos días en su teléfono, deseándole un gran día y recordándole que estaba pensando en ella. Las palabras de Gala no eran invasivas, sino cuidadosas y respetuosas, como si intentara tocar su vida con la sutileza que necesitaba. Al principio, Karime respondía de manera cortés, con mensajes cortos y neutrales. Sin embargo con el tiempo las respuestas era más largas, más abiertas; a veces incluso compartían pequeños fragmentos de su día, retomando una comunicación que había extrañado.

Pero los mensajes no eran todo. La cantante había comenzado a enviar detalles que, aunque sencillos, revelaban el esfuerzo y el amor que sentía. Cada mañana, una taza de café llegaba al trabajo de Karime, siempre preparado exactamente como a ella le gustaba, acompañada de una nota breve y cariñosa: "Para que empieces el día con una sonrisa". Luego, a mitad de la jornada, aparecía un pequeño ramo de flores frescas en su escritorio. Al principio, la pelinegra no sabía cómo sentirse con cada detalle que recibía de parte de la joven pero de algo estaba segura, Gala estaba haciendo todo lo posible por mostrarle cuánto le importaba.

Cada oportunidad en que se podia, la pelinegra encontraba algún detalle. A veces era una carta breve, como un amor a la antigua. Otras veces le enviaba presentes, por ejemplo, un libro que sabía que la conductora quería leer. Karime estaba sorprendia y conmovida, no podía evitar sonreír cada vez que recibía uno de estos gestos, sintiendo cómo poco a poco la esperanza volvía a instalarse en su corazón, algo que había intentado mantener bajo control.

Después de semanas de estos detalles y gestos, la actriz sintió que era momento de dar un paso más. Sabía que las palabras y los regalos eran importantes, pero sabía que su chica apreciaba las citas. Así que, en uno de esos mensajes diarios, Gala le propuso a Karime un encuentro en persona.

"¿Te gustaría ir a tomar un café conmigo? Algo tranquilo, sin presiones. Solo tú y yo.  Compartiendo un momento tranquilo.".

Karime dudó al leer el mensaje, su corazón latía más rápido. Una parte de ella quería aceptar de inmediato pero sus pensamientos estaban llenos de preguntas. Tras pensarlo, después de unos momentos, respondió.

"Está bien. Nos vemos mañana".

El día del encuentro, Gala llegó temprano al café que habían elegido, sintiéndose nerviosa pero con una decisión firme de abrir su corazón. Vestía de manera sencilla, sin querer llamar la atención, a su lado tenía una rosa que colocó sobre la mesa. Revisó su teléfono varias veces, mientras el nerviosismo se apoderaba de ella. Sabía que el momento era importante, que no podía hacer algo que mal.

Cuando Karime llegó quedo sorprendida al ver la rosa sobre la mesa y notando la expresión nerviosa de Gala. Ambas sonrieron tímidamente, sintiendo que, a pesar de los momentos difíciles, todavía existía un cariño genuino entre ellas. Se sentaron una frente a la otra y pidieron café, tomándose un momento para acomodarse antes de empezar la conversación.

"Gracias por aceptar venir", comenzó la pelirroja "Quiero que sepas que no doy por nada por sentada. Lo que menos quiero es hacerte daño otra vez".

Karime asintió, mirándola con una mezcla de cautela y cariño. "He visto todos los detalles que has tenido conmigo, y los agradezco. Me han hecho sentir... Muchas cosas" reconoció nerviosa, "Pero no puedo evitar sentir miedo. No quiero pasar por lo mismo".

Garime One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora