Garime One-shot

Detrás de la puerta VI

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 A pesar del dolor que lleva consigo, Karime, ha encontrado en su trabajo una manera de sanar, de reconstruirse y de volver a ser la mujer que alguna vez fue. Su carisma y su energía inagotable pronto la devuelven al centro de la atención en el programa, y los seguidores del público no tardan en notar que Karime, la estrella llena de chispa y autenticidad, está de regreso.

Sus amigos, quienes siempre la han apoyado incondicionalmente, no tardan en rodearla de cariño y apoyo. Aunque pocos saben que su corazón sigue herido, admiran la fortaleza con la que Karime ha enfrentado su ruptura y los cambios que eso ha traído a su vida. Incluso Nacha, su exnovia y amiga, ha dejado de lado cualquier malentendido y se ha convertido en un apoyo sólido en su proceso de sanación.

Un día, mientras están en una reunión de amigos, El principe del punk, con su usual entusiasmo y tono despreocupado, decide romper el silencio.

"Tía, sé que no quieres saber nada de Gala, pero... " mira de reojo a Luigi y a los demás "Ella ha estado buscándonos, a todos, pidiéndonos que te ayudemos a hablar con ella. Dice que necesita explicarte algo".

Karime se queda en silencio. La noticia la sorprende y, aunque trata de ocultarlo, una chispa de curiosidad y dolor aparece en su mirada. En su mente, la imagen de Gala sigue viva, y aunque ha intentado dejar atrás esos recuerdos, su corazón aún late con fuerza al escuchar su nombre.

"No tengo nada que decirle" responde, manteniendo su tono firme, aunque una parte de ella desearía saber qué es lo que Gala tiene para decir. "Y no toquemos nuevamente el tema" sentenció. Cosa que quedo claro para el resto de los presentes.

Una mañana, mientras Karime tomaba un café en su departamento, recibió una llamada inesperada de su amigo y mánager, Luigi. La sonrisa en su voz le indicó que traía buenas noticias, pero Karime jamás imaginó el alcance de lo que estaba por escuchar.

"Karime, ¡prepárate para escuchar algo grande!" comenzó Luigi, y ella soltó una risa nerviosa, intrigada. "¿Te acuerdas de nuestro objetivo desde hace tiempo? Bueno... ¡Eres la nueva integrante de Netas Divinas! ¡Lo lograste!"

Por un segundo, la conductora se quedó en silencio, sin poder procesar el peso de esas palabras. Netas Divinas, el programa que había admirado desde sus inicios, era el espacio donde se hablaba abiertamente de temas profundos, sociales, y donde siempre había deseado compartir su voz. Ser parte de ese equipo de mujeres era un sueño que había tenido desde hace mucho tiempo, y la emoción comenzó a subir desde su pecho hasta sus ojos, en forma de lágrimas de felicidad.

"No mames, ¿De verdad?" murmuró, casi sin voz, luchando por contener la emoción. "¡No lo puedo creer! Esto... esto es lo que siempre quise..."

"Es en serio, wey. Lo mereces. Te lo has ganado, has trabajado muchísimo para esto, y estoy seguro de que lo harás increíble," le respondió Luigi con un tono de orgullo.

La pelinegra no pudo evitar sonreír de oreja a oreja. La emoción la envolvía por completo. Sabía lo que este paso significaba para su carrera, para sus sueños y para su futuro. Sin embargo, en medio de esa alegría, hubo un instante en el que un sentimiento de nostalgia la golpeó con fuerza. Gala. En otro tiempo, Gala habría sido la primera persona en la que pensaría para compartir este logro. Recordaba cómo, en momentos especiales, ambas celebraban juntas, soñaban en voz alta y se alentaban mutuamente. Ahora, esa ausencia pesaba.

Un nudo de tristeza se formó en su pecho. Sabía que Gala había sido alguien importante en cada paso de su camino y que en algún rincón de su mente, siempre había pensado que la primera vez que lograra este tipo de éxito, sería ella quien estaría a su lado. Pero la realidad era diferente ahora. Sus vidas habían tomado caminos separados, y el dolor de esa pérdida le hacía sentir que aún quedaban partes de su corazón sin sanar.