Desperté por los rayos del sol en mi cara. Miré a mi alrededor y caí en cuenta que no estaba en mi habitación. Pase una mano por mi cara y suspiré. Recordé lo de anoche, y no pude evitar sonreír. En eso Dd entró a la habitación con una toalla enrollada en la cintura, su cabello mojado y su pecho también.
—Podías avisar, ¿sabes?- Dije y me levanté de la cama.
—Pensé que seguías durmiendo.-Dijo. Se acercó a mí y me dio un beso.
—Wey... ¿y qué e?, no es obligado besarme.-Dije mirándolo.
—Pero yo quiero hacerlo, ¿tienes algún problema con eso?-Dijo. Ahora se encontraba más cerca de mí, lo cual me tenía nerviosa.
—Me tengo que ir... mi mamá debe de estar preocupada.-Dije alejándome de él.
—¿Te irás así?, ¿sin despedirte de mí?, ¿después de dormir en mi cama?- Dijo caminando hacia mí.
—Bueno, yo no dormí aquí porque quise, me quedé dormía por si no sabías.
—Sí, sí... como digas.
Yo choqué contra la pared y él se pegó más a mí. No sabía que hacer, esta situación me tenía bastante nerviosa. Él estaba como un idiota sonriendo.
—No sabía que te ponía tan nerviosa.- Lo miré y suspiré.
—Yo no sé quién te dijo a ti que me pones nerviosa.
—Se te nota... no lo niegues.- No me dejo responder, como siempre. Sus labios se juntaron con los míos, era un beso suave. Sus manos agarraron mi cintura y me jalaron más hacia él.
—Tanto que hablas y dejas que te bese.-Murmuró mientras me besaba. Me separé del beso y hablé:
—¿No sabes callarte por un momento?-Dije. Lo volví a besar, pero esta vez más profundo. Su lengua pedía permiso para entrar a mi boca, lo cual hizo que mi boca se abriera más para cederle el paso. El beso subía cada vez más de intensidad, mi respiración comenzaba a agitarse y sus manos no se quedaban quietas. En eso Ethan entró a la habitación.
—Diablo... Perdón, no vi nada.- Dijo y salió rápidamente de la habitación.
—Eeh... yo creo que es mejor irme. No quiero que mi mamá se preocupe demás.- Dije, tomé mi teléfono y mi bolso.
—Espera, yo te llevo.-Dijo.
—Me iré con Samantha, tranquilo.
—Está bien, yo las llevo.- No dije más nada y salí de la habitación a esperar que él se cambiara. Después de varios minutos, él salió de la habitación. Bajamos y ahí estaba Samantha con Ethan.—Esa boca tuya está hinchada, linda.-Dijo Samantha. Ethan y David se echaron a Reír.
—Ja, Ja, Ja. Súper graciosa. Ya vámonos.- Dije. Nos despedimos de Ethan y salimos de la casa junto a Dd. Nos subimos a su auto y nos pusimos el cinturón de seguridad. Dejamos a Samantha en su casa y fuimos a comprar algo de comer. Después de un rato, llegamos a mi casa, pero aún estábamos en el auto.
—Bueno... gracias otra vez.- Dije mientras desabrochaba mi cinturón de seguridad.
—De nada, princesa.- Dijo con una media sonrisa.
—Nos vemos...- Dije, abrí la puerta del auto para salir.
—¿No te vas a despedir?- Dijo jugando con sus dedos en el volante.
—¿Eh?- Murmuré sonriendo.
—Ya sabes.- Me tomó del brazo y me jaló hacia él.