Hace algunos siglos ocurrió el mayor descubrimiento de la humanidad, tres valientes aventureros reunieron toda una tripulación de griegos, romanos, japoneses, para instalarse en una nueva isla que jamás se había descubierto.
En aquella isla habitaba...
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Pasó una semana desde que derrotaron al Corruptor de la flama azul, Lya y Eric se recuperaron gracias a las medicinas de la O.D.C, y junto a Alex y Cami se dirigieron hacia el cuartel central de Eldoria, en el que todos los Paladines asistirán.
—¿En dónde está exactamente? —Preguntó Eric, quería saber la ubicación.
—El cuartel está ubicado en el centro de Eldoria, tiene un repelente para Corruptores, solo los miembros de la organización pueden pasar y tiene túneles subterráneos para escapar en caso de que sea atacado —Explicó Lya detalladamente.
Antes de asistir a la reunión, Lya se puso su uniforme y se encargó de conseguir un transporte. En el camino, se encontraron a varios Defensores que se encargaban de proteger todos los pueblos de Ponos en ausencia de los Paladines, pues algunos Corruptores muy poderosos podrían aprovechar para atacar.
Cuando un Paladín dejaba sin protección la zona que debe proteger, todos los Defensores de esa zona salen a defenderla de posibles amenazas.
Después de una hora llegaron y se prepararon antes de entrar.
—Aquí es, les pido que respeten a la líder —Mencionó la chica mientras abría la puerta.
Los chicos entraron al cuartel. El lugar era una mansión muy antigua, por dentro habían objetos que tenían siglos perteneciendo al lugar, paredes de cuarzo y marmol al igual que los muebles que decoraban la hermosa habitación central, una increíble construcción de la era Chrysós.
—Buenos días, mi señora, lamento haber llegado tarde —Dijo Lya con un tono muy calmado, su voz era tan dulce que tranquilizaba a las personas enojadas.
—No importa, adelante, Amaya —Agregó una voz muy aguda—. Hoy vinieron todos, eso es excelente.
Eric entró y se sorprendió al ver a la líder, realmente imaginó a alguien temible, pero solamente era una chica de aproximadamente doce años, ¿cómo era posible que una niña dirija toda la organización? ¿Acaso era una broma de mal gusto?
—¡¿Es una niña?! —Se asombró el magnífico chico con mucha obediencia.
Lya miró a Eric con una cara demasiado enojada, parecía como si lo quisiera asesinar.
—¡¡Cállate, bastardo!! respeta a la líder —Habló Hansel, el Paladín del dragón, un chico rubio pelirrojo con una venda en los ojos que tenía pintada la silueta de un dragón rojo, parecía muy molesto.
—No pasa nada, es difícil creer que a mi edad pueda ser líder de esta organización —Mencionó la niña—. Mi nombre es Lilith Haruta, mucho gusto.
—¡¡Perdón, líder!! —Dijo Eric arrodillado.
En la sala estaban los doce Paladines sentados en una mesa redonda junto a Lilith, la líder. Los Paladines son los Defensores más poderosos en toda la Organización Destructora de Corruptores, son aquellos que dominan su arte elemental a la perfección.
