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-¿Niñas, padre?- pregunta Alphard mirando a las tres jóvenes, de 13, 15 y 17 años- podrían ser mis hermanas- señala con asco.

-Cierra la boca o te desheredo- habla entre dientes, mirándolo mal. Alphard rueda los ojos, harto de ellos.

-¿Por qué se ve así?- pregunta una de las chicas, que a penas debe tener 13 años.

-Sí, está gordo y parece que va a morir- señala las bolsas debajo de los ojos de Black.

-Solo está enfermo- sonrie Irma Black (de soltera Crabbe) la madre de Cygnus, Alphard y Walburga- está trabajando muy duro para seguir amasando nuestra gran fortuna, ¿no Alphard?

En realidad apenas puede levantarse de la cama, así que le miente a sus padres contándoles que consiguió un trabajo en el ministerio.

Alphard no responde.

-¿Me dejan a solas con ellas?- pregunta, sus padres asienten emocionados y se van.

-No haremos nada hasta estar casados- suelta la de 17 años.

-Por favor, no las tocaría ni con un palo- las tres lo miran ofendidas- ¿cuántas de ustedes realmente quiere estar aquí? levante la mano- ninguna levanta la mano- son muy jóvenes, ¿saben? no dejen que las casen con hombres mayores, aunque tengan una fortuna tan grande como la de los Black o nuestra sangre pura desde hace siglos. Casense por amor.

-No me quiero casar- habla la adolescente de trece años- de hecho me da miedo estar aquí.

-Me gustan las chicas- suelta la de quince.

-Y yo creo que eres horrendo- opina la de diecisiete.

-Oye respeta- se queja Alphard- agradece que no caíste en manos de un cualquiera y solo soy yo. Ahora vayan, diganle a sus padres que no las acepté- mueve la mano, cansado.

Las chicas se van, dejándolo solo nuevamente. Cygnus abre la puerta de la biblioteca y lo mira.

-¿Estás bien? ya casi comemos.

-Sí- sonrie de lado, agotado.

-¿Aceptaste a alguna?- pregunta, curioso.

-Me gustan los hombres, Cygnus. Me gusta un hombre en particular- suspira triste. James lo patea fuerte, Alphard se toca las costillas- ¡auch! ¡eso dolió, niño!

-Bueno, Potter era bueno en deportes- habla Cygnus, divertido- quizá sea un gran jugador de quidditch como él, ¿te imaginas si va a gryffindor?- señala mientras ríe levemente- sería divertido, porque detestabas a los gryffindors.

-Deja de hablar estupideces y ayúdeme a pararme de aquí así como la horrible comida de la horrible navidad en esta horrible casa con mi horrible familia- Cygnus se toca el pecho, dramáticamente- dejándote de lado a ti, bobo.

-Ah, genial.

[...]

-Mierda, lo siento Ly- se disculpa Mont, sentándose a su lado- es que Euphemia...

-Déjalo, no importa- responde Lupin, mientras teje en silencio.

-Pero quedamos en que venía contigo luego de la cena.

-Son las cuatro de la mañana, Fleamont. Si no me quieres más de amigo solo dilo- pide, dejando su tejido de lado- allí está tu regalo, y que bueno que te divertiste con tu novia, la misma que te absorbe tanto que te olvidas de tu mejor amigo- suelta antes de subir las escaleras.

Fleamont suspira, quitándose los lentes. No es que no quiera ver a Lyall, pero Euphemia siempre le pide que se quede un rato más o arma planes a diario con él y no puede decirle que no.

James//Monthard (Fleamont x Alphard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora