James//Monthard (Fleamont x Alphard)

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Voy a seguir publicándoles maratones si me super apoyan como en el cap anterior, muchísimas gracias a todxs, los quiero muchooooooooooooooooooo

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-Ese chocolate sale tres galeones, señor. Usted solo tiene dos- señala la cajera.

-Oh, claro- sonrie avergonzado- lo siento, no quise que pierda su tiempo, no vi el precio. Iré a dejarlo en el mismo lugar. Feliz navidad.

-Espera- detiene Lyall, Cygnus voltea, reconociendo su voz- yo lo pago, ese es pequeño ¿por qué no llevas otro?- propone.

Cygnus lo observa, la belleza de Lupin lo deja sin palabras, a pesar de que el mayor lleva pijama y tiene ojeras.

-Yo, yo- tartamudea.

-¿Me trae tres más?- pide Lyall mirando a la cajera, ella asiente y va- ¿qué haces fuera tan tarde?

-Yo... gracias, solo se me antojó chocolate, ¿y tu? me gusta tu pantalón de ositos- señala la prenda, divertido.

-También, suelo tener insomnio pero hoy es imposible dormir. Salí en pijama porque no pensé encontrarme a un chico lindo, lo siento- sonrie avergonzado

-Te queda genial- se encoge de hombros- espera, ¿me dijiste lindo?- sonrie ampliamente.

Lupin se rasca la nuca, avergonzado.

-Y ..¿ya terminaste Hogwarts?- pregunta.

-Estoy en último año, termino en junio. ¿Y tú? ¿estás estudiando para ser profesor? pregunta curioso. Lyall asiente.

-Sí, me dan el título en julio. Es una linda carrera.

-Claro- asiente, un silencio los envuelve.

-Bien, aquí están sus chocolates- deja tres chocolates sobre el mostrador, junto al que Lyall había tomado- ¿algo más?- cuestiona.

Lyall deja dos chocolates sobre el mostrador y niega con la cabeza.

-Sería un total de 24 galeones- Lyall saca las monedas de su bolsillo y se las extiende.

-Te devolveré mi parte luego- afirma Cygnus tomando los cuatro mini chocolates.

-No te preocupes- saluda mientras camina a su lado- cuando me necesites puedes hablarme.

Cygnus se para de puntitas y besa su mejilla derecha.

-Gracias y Feliz navidad, Lupin- sonrie coqueto antes de correr fuera y desaparecer con un movimiento de varita.

-Creí que era tu novio- señala la cajera- le caería bien a tu madre.

[...]

-Al, Al, Al- llama Cygnus abriendo la puerta de la habitación.

-¿Uhm?- pregunta el mayor, con los ojos cerrados- ahí tienes la cena, la doctora hizo un hechizo para mantenerla caliente porque yo no podía.

-Gracias- sonrie sentándose a su lado, en la cama- adivina qué.

-Casi está amaneciendo, Cygnus, quiero dormir- se queja cansado.

-Perdón, pero me crucé a Lyall Lupin y me regaló los chocolates. Son cuatro así que son dos para mi y dos para ti.

-Son tuyos, Cyg, comelos.

-Eres mi hermano y te quiero compartir- hace un puchero- y te devuelvo tus galeones, ¿donde los dejo?

-Quédatelos, tu pagaste la internación. Realmente necesito dormir ahora.

-Sí, claro, lo siento- asiente y toma el plato de comida, devora la cena sintiendo como desaparece el peso de las miradas que siempre lo juzgan y ahora no están.

Luego come un pedazo de chocolate y guarda el resto, no sabe cuando podrá volver a tener chocolates ahora y no quiere comerlos de una. Además ¡se los regaló Lyall!

-Buenas noches- susurra Cygnus acorrucándose en el borde de la cama de su hermano, quien ya está dormido.