Indecisión.

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La noche desapareció tan rápido como vino, ninguno de los chicos se había percatado del paso del tiempo por todo lo que pasó el día de ayer, los combates son difíciles, pero si te toca pelear con tu … amigo que no quieres lastimar, esto realmente era complicado.

Quackity sintió los rayos del Sol en su cara, había amanecido. Mierda, se había quedado dormido, aunque debía de admitir que se lo merecía después de todo lo que pasó y de casi ser aplastado por rocas, pero Luzu lo había salvado… ahora se preguntaba si Luzu la pasó bien anoche, percatándose que su compañero de habitación no estaba, fue a revisar el reloj en la pared y oh Dioses de Karmaland, hace 3 horas que las clases habían comenzado.

El mexicano trató de arreglarse lo más rápido que pudo, agarró su mochila y salió disparado a la puerta del cuarto.

-Espero, enserio espero que no se percaten de mi existencia.— Dijo para salir y comenzar su día un poco más tarde de lo normal.

Luzu estaba caminando por los pasillos, tenía la hora libre pues el estadio en donde tenía clase era el mismo del combate de ayer, y digamos que no estaba en condiciones, en eso estaba pensando cuando se topó con Quackity.

-¡oh! Hola Quacks, ¿todo en orden?-

El pelinegro pasó de largo, no quería toparse con el castaño después de todo eso, esto había sido su culpa, encariñarse con él iba a ser un obstáculo para poder cumplir su destino, aunque… no no, tenía que hacerlo.

Quackity se fue a un pasillo en donde casi no había personas, fue que le marcó a Rubius desde su celular, el oso contestó segundos después.

-¡Chaval! ¿Por qué no asististe a clases hoy? No te estás perdiendo de mucho, Alexby está dibujando penes en la cara de Lolito– Rubius no alcanzó a terminar porque el pelinegro interrumpió.

-Rubius, necesito hablar contigo, me gustaría… sólo… Ven al salón de pociones.
- Está bien, está bien, voy para allá.– Quackity colgó la llamada y se dirigió al salón de pociones.

(...)

Rubius abrió la puerta del salón en donde Quackity lo estaba esperando, el híbrido pato sonrió al verlo.

-Llegaste… Pensé que–
-¿Que no vendría? Vamos niño pato, te acabo de decir que iba para allá, no soy tan gilipollas, ¿Sabes?- Quackity rió por ese comentario, pero recuperó su compostura.

-Pues… ugh, la verdad es que es… complicado, no organicé mis ideas y…– Quackity suspiró. – No sé qué pasa conmigo, es decir, hace un año, quería y anhelaba con ser uno de los dioses celestiales, pero ahora, sabiendo que Luzu no quiere seguir su destino, yo encariñándome con él y tener este dilema en mi cabeza es algo que no estoy dejando pasar, no sé cómo lograré lo que quería ahora…– Quackity se sentó en una silla, cubriendo su cara con sus manos, Rubius suspiró.

-Sé que ahora estás que explotas por no saber qué hacer o cómo actuar, pero lo que te recomiendo es que dejes que todo fluya, ¿No sabes qué acciones tomar? Llegarán a su debido tiempo y te aseguro que sabrás qué hacer, ¿No sabes qué hacer con tu destino? Tranquilo, no siempre tienes que seguir el destino de tus padres.-

- Pero si no lo hago, todos estarían en peligro, podría… morir.

- Quackity, ya hablamos, no va a pasar eso, estaremos bien y–
-¡No! Rubius, esto enserio pasó, si no sigo mi destino, el mundo podría irse a la ruina, ¡Podríamos quedar bien pinches tiesos! Y eso… no quiero que pase, me importan mucho, Luzu también me importa, no quiero que nada le pase.- La mirada del pelinegro estaba gacha, sus amigos le decían que todo estaba bien si no seguían su destino, pero él sabía que no lo estaría, sus mismos padres le habían dicho que él moriría si no lo cumplía, todo se destruiría y no quedaría rastro de lo que alguna vez amó.

Fairytale | Luckity ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora