Ser uno solo.

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Pasaron 2  semanas de lo ocurrido con el ojiazul y el híbrido pato, y digamos que esa conversación hizo que ambos estuvieran más unidos que nunca, parecían rivales amistosos desde la perspectiva de los demás, pero en realidad, ese lazo formado significaba algo más que sólo rivalidad.

Ellos tenían un plan, no estaban seguros de ser completamente certero pues se les ocurrió en una noche llena de vino en el negocio de la familia de IlloJuan.

•Flashback •

-Creo que si los patitos volaran, dominarían el mundo.- Decía el pelinegro arrastrando las palabras, estaba con algo de alcohol en su sangre y no era la persona más sensata en ese estado.

-Bueno, si lo dices así Quacks, los pinguinos no se quedan atrás.- Decía el ojiazul siguiéndole el juego al chico, no estaba tan mal como él.

-Aunque, ¿Sabes quiénes podrían dominar el mundo?- Preguntó el pato dejando su copa de lado.

-¿Las ballenas?--

– Tú y yo, tonto.-- Esa respuesta no era una que esperaba el castaño, aunque para ser exactos no le desagradaba para nada la idea, al contrario, lucharía y movería mar y tierra para que eso ocurriera.

– Si tan sólo eso fuera tan fácil de hacer, Quacks…– Luzu agachó la mirada, si no fuera por los mentores de Quackity, estaba seguro que ambos chicos podrían haber terminado de otra manera antes.

– No quiero desaparecer, de hecho no quiero que tú lo hagas, por eso  cuando Merlon me dijo que te empujara al camino del mal, no dudé ni un segundo en hacerlo, pero ahora no me gustaría continuar, de hecho no quiero seguir haciendo esto.-- Quackity se tapó media cara con su mano izquierda y con la derecha tomó la copa y bebió lo que restaba de vino.

Luzu no sabía nada de ese plan, pero más que enojarse por esa absurda propuesta de Merlon, fue que empezó a pensar, ¿Qué pasaría si cumplieran con lo que las personas quieren ver pero no dañándose entre sí? Todos podrían estar contentos y ambos chicos podrían hacer las cosas juntos.

– ¿Y si ponemos a prueba mis clases de maldad con Merlon?-- Preguntó Luzu mirando a los cansados ojos de Quackity, y éstos lo voltearon a ver con confusión.

– ¿Para qué cosa de quién?--

– Si pudiéramos cumplir con lo que las personas esperan de nosotros pero al mismo tiempo no hacerlo, ¿No sería lo mejor? Yo no te daño a ti, tú no me dañas a mí pero fingir que sí y al final poder seguir nuestra historia, nadie lo podría negar.-- Decía el castaño con anhelo en su voz mientras miraba al cielo, Quackity miró los lindos ojos rubíes del chico y sonrió.

– Sí… ¡Sí! Y nadie podría sospechar, ni mis mentores, y al final no podrán hacer nada porque seguimos el plan que correspondía, sería… ¡Sería el plan perfecto!- La emoción estaba abundando en la manera en la que Quackity actuaba, Luzu igualmente lo notó, sus mejillas estaban sonrojadas, pero no sabía si era por el frío, el alcohol o simplemente ver a un hermoso ángel frente a él.

– El plan inefable, querrás decir.- Dijo en modo juguetón, Quackity se levantó de su silla y miró un poco al cielo, sentía que si tenía esa opción y salía bien, quizá el “seguir su destino” no sería tan malo si Luzu se encontraba con él.

– ¿Pasa algo?-- Preguntó el castaño levantándose de su lugar y poniéndose a la altura del pelinegro, y éste envolvió sus cálidos brazos en el torso de Luzu, quien le correspondió.

– Hagámoslo.-- Dijo Quackity decidido, Luzu cerró sus ojos por la tranquilidad que sintió en ese momento, desde ese instante, ambos serían uno, o eso quería pensar.

Fairytale | Luckity ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora