Te acompañaré.

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Era jueves, la semana había sido larga, lo único que anhelaban los chicos de la escuela Karmaland era simplemente dormir, aunque Quackity ...digamos que su mente no le dejaba hacerlo.

Se levantó de su cama en medio de la noche y abrió su ventana para respirar el fresco aire nocturno, miró hacia el cielo estrellado con la luna parcialmente vista, suspiró y se dejó caer, sus rodillas tocaron el suelo, el pelinegro se abrazó a sí mismo, no sabiendo qué hacer.
Se sentó en posición fetal y respiró profundo otra vez.

Quackity no estaba seguro de nuevo, no sólo su destino, sino el cómo Luzu podría sentirse al respecto, pero si no lo hace podría desaparecer y el ojirubí también, no quería que eso pasara pero a la vez pensaba que el castaño y Rubius tenían razón... ya no tenía idea, estaba frustrado, lágrimas de impotencia empezaron a salir, no quería pensar en esto al menos por esta noche.

- Bien, me alegro que hayas venido.- Decía Luzu, se encontraba en el pasillo como Sapo Peta lo pidió.

- No hay ningún problema, ven, vamos a mi habitación.- Indicó el moreno.

- ¿No despertaremos a Willy?- Preguntó el castaño.

- No te preocupes, nada despierta a ese chico.- Dijo sin preocupación, Luzu asintió y entraron al cuarto de Sapo Peta.

- Bien, he estado viendo muchos libros desde que me dijiste sobre el hechizo, y al parecer creo que encontré lo que buscas.- Dijo el moreno, quién estaba yendo por los libros que había leído, Luzu lo miraba expectante.

- ¿Qué encontraste?-
- Como dice aquí, el hechizo es una combinación de magia de un Dios celestial y un Dios oscuro, ya que sabes lo que dicen en clase de pociones:
"El hechizo más poderoso es cuando se juntan el Ying y el Yang". Además, si alguno de los dos lanza un hechizo con la intención de lastimar, tiene que ser muy fuerte como para poder romper el hechizo que retiene a tu padre encerrado en esa piedra y, bueno, sabemos lo que pasaría después.- Explicaba Sapo Peta.

- Entonces, si alguien tuviera magia muy fuerte, ¿sería capaz de ... liberar a mi padre?- Preguntó con algo de temor, Sapo Peta asintió.

- Oh, bueno... supongo que eso era todo lo que quería saber, últimamente he sentido curiosidad sobre lo que en realidad era mi padre, qué tantas cosas habrá hecho mal como para que fuera encerrado ahí, y me prometí que no sería como él, ya sabes, por el día del legado.-

- Escucha, sólo sigue el camino que desees, el de tu padre o no, hallarás la manera de volverlo tu propia historia.- Decía Sapo Peta en el intento de reconfortar al castaño, Luzu sonrió.

- Gracias, enserio lo necesitaba, aunque creo que tengo que irme, mañana será un día algo ajetreado.- Sapo Peta asintió y dejó a Luzu irse.

Luzu caminó hacia su habitación, estaba algo cansado, así que ni bien tocó la almohada quedó profundamente dormido, ese día habían tenido un largo entrenamiento para un combate con Quackity que sería en dos semanas.

Las horas pasaron y Luzu despertó, todo hubiera sido relativamente normal, pero le llamó la atención el ver a Quackity dormido sentado junto a la ventana, fue con cuidado a ese espacio y movió suavemente al pelinegro.

- Despierta, Quacks... - Decía el ojiazul suavemente, el híbrido pato apenas si estaba despertando.

- Quackity...- Llamó con voz dulce, Quackity despertó, aunque al ver a Luzu sintió mucha tristeza, ésto lo notó el castaño.

- ¿Está todo bien?- Preguntó, más Quackity sólo pudo asentir y sonreír.

- Iré a vestirme, nos vemos en un rato Luzu.- Dijo el híbrido pato mientras se levantaba rápidamente y se iba a encerrar al baño, Luzu suspiró y siguió con sus labores.

Fairytale | Luckity ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora