Espejito Espejito (SuguSato)

Capítulo 3

"¿Qué está pasando? ¿Por qué el hombre albino está tan cerca?" No lo entendía, y por alguna razón, tampoco quería hacerlo.

Las grandes manos de Gojo se encuentran posadas sobre el torso de Suguru. Simplemente estaban cenando, "¿por qué este hombre es tan cariñoso?"

- Señor Gojo, ¿podría decirme que es lo que quiere de mí? - Geto estaba harto de ésta situación, y sinceramente le importa un carajo si este hombre es millonario. No desea convivir más tiempo con él, es un bicho raro.

Satoru pareció reflexionar sus palabras, pero después de unos minutos él volteó hacia donde estaba Geto. - Quiero casarme contigo. -

A Suguru casi se le caía la mandíbula de la gran sorpresa que se había llevado. - ¿Ca-casar? - tartamudeó.

Las mejillas del albino se enrojecieron ligeramente y terminó por asentir con la cabeza.

- Bueno, principalmente quería retar a Suguru a un duelo, pero no pude resistir las ganas de tenerte solo para mí después de ver en carne y hueso tu hermoso rostro y figura. - Gojo añadió encogiéndose de hombros.

Ese había sido el punto de quiebre para Suguru. Quitó las manos ajenas de su cintura y rápidamente se levantó de su asiento. - Me disculpo si soy grosero al irme de ésta manera, pero creo que usted está sobrepasando los límites. - dijo antes de comenzar a caminar hacia la salida del comedor.

Pudo escuchar como una silla hacía un ruido desagradable. Los pasos de Gojo se hicieron presentes. - Suguru.. no te vayas. - parecía una súplica, pero después de convivir un poco de tiempo con éste hombre, sus trucos ya no funcionaban con él.

- Mi apellido es Geto, no sé cuando le dí permiso de llamarme de forma tan familiar. - ya había tenido suficiente, no lo soportaría más, no le importaba si este hombre decidía cortarle la lengua por su ofensa.

Al contrario de lo que imaginó, él pareció algo desanimado después de sus palabras. Decidió no darle importancia, nunca lo hacía.

- Me retiro. -

...

Geto fumaba un cigarro afuera de su pequeño departamento. De verdad que ese día había sido una mierda. Se fué por varias horas y no sabía que excusa darle a Shoko. Apestaba a cigarro y además no se había dado un baño desde ayer que tuvo sexo con esa tipa.

Al terminar su cigarrillo, lo tiró al suelo y lo aplastó con su zapato. Suspiró cansado y fastidiado.

Seguramente Shoko lo iba a regañar por la tremenda estupidez que hizo al aceptar ir con un desconocido. Pero es que la curiosidad le había ganado, no sabía que al descubrir la razón se molestaría tanto, pero, "¿a qué se refería ese maniático? ¿Por qué querría tener un duelo con él? ¿Sabía sobre sus habilidades?" Seguro alguno de sus enemigos le había vendido información sobre él a ese tipo.

- Agh... Mierda, mierda. - Geto tenía el hábito de cerrar la mano en un puño con demasiada fuerza cuando se sentía ansioso o frustrado.

La ansiedad lo estaba carcomiendo por dentro. "¿Y si utilizaban a Shoko como chantaje? ¿Y si otra vez por su culpa alguien perdía la vida? ¿Realmente estaba obligado a casarse con alguien a quién apenas acaba de conocer?"

Antes de darse cuenta, sangre brotaba de su mano, goteaba sin parar.

Decidió entrar ya que el que estuviera nevando no ayudaba, además, ¿qué podía hacer? No era como si tuviera otro lugar al qué ir.

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Necesito ayuda con la imaginación. Comenten qué les gustaría que pusiera en la historia. Tomaré en cuenta sus comentarios.

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