- Espejito, espejito, ¿Quién es el más fuerte de todos? - Satoru sonrió orgulloso. -
De inmediato, el espejo mágico frente a él respondió. - Gojo Satoru y... Geto Suguru. - la ancha sonrisa del albino desapareció completamente, a cambio, una mueca s...
En un mundo donde los humanos cuentan con habilidades sobrenaturales, se les conoce como hechiceros. No muchos cuentan con dichas habilidades, pues muy pocos tienen energía maldita.
La forma de vida de los hechiceros es extremadamente diferente con la de los humanos ordinarios, ya que éstos se ganan la vida destruyendo cualquier existencia de maldiciones, creadas por las malas emociones.
La riqueza de éstos se divide por los rangos del hechicero.
Por eso, Gojo Satoru, un ser poderoso y estúpidamente millonario, gracias a su rango especial y sus maravillosas habilidades heredadas por su propio clan cada 100 años.
Él cuenta con su gran ego, creyendo que todo ser es inferior a él, además de ser una persona súper clasista.
Por eso, él no cree que nadie sea mejor que él en nada, y lo puede demostrar, con su espejo mágico.
- Espejito, espejito, ¿Quién es el más fuerte de todos? - Satoru sonrió orgulloso.
De inmediato, el espejo mágico frente a él respondió. - Gojo Satoru y... Geto Suguru. - la ancha sonrisa del albino desapareció completamente, a cambio, una mueca se formó en su rostro y sus cejas se fruncieron.
- Espera, espejo. Muéstrame quién diablos es este Geto. -
- Por supuesto. -
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El silencio inundó la extravagante habitación, quedando solo un Satoru embobado con la imagen frente a sus ojos.
- Es muy hermoso. - apenas pudo formular aquellas palabras, pues su gran orgullo había caído en picada.
- ¡Ijichi! - El mayordomo de la casa apareció rápidamente. Haciendo una reverencia a su señor.
- Dígame, mi señor. - El pelinegro se acomodó sus lentes, y con su libreta en mano, esperó hasta que Gojo se dignó a hablar.
- Busca a cualquier persona que se llame Geto Suguru y que tenga cabello negro. Te doy una semana. -
- De acuerdo, empezaré ahora, mi señor. Con su permiso. - Ijichi se dió la vuelta y caminó hasta la puerta, saliendo de aquella habitación.
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¡Hola! Ésta es mi primera historia del SuguSato/SatoSugu así que pido comprensión si mi escritura no es de su agrado. También pueden decirme si tengo errores ortográficos, con gusto corregiré el error.
La verdad desde el inicio tenía muchas ganas de crear este fic por un tiktok que utilicé de referencia, y gracias a que muchas personas me alentaron a crear ésto. Intentaré crear capítulos recurrentemente, pero pido disculpas de antemano si es que me tardo en hacerlos, mi creatividad está muy baja y me costó un poco hacer el prólogo.
