Minecraft Un nuevo mundo

Capitulo 4: Un duelo a muerte

Después del duelo, Ryan y Steve regresan al pueblo, donde son recibidos por los aldeanos con aplausos y ovaciones. El anciano con barba gris los invita a su casa para celebrar con una cena especial.

Durante la cena, Ryan y Steve cuentan las historias de su entrenamiento y el duelo amistoso. Los aldeanos escuchan con atención, asombrados por las habilidades de Ryan.

Después de la cena, Ryan se retira a su habitación, agotado pero satisfecho. Mientras se acuesta en la cama, sus pensamientos vuelven a su vida anterior, a su hogar y a sus seres queridos.

Se pregunta cómo terminó aquí, en este mundo extraño y peligroso. ¿Fue una casualidad o había algo más detrás de su llegada? ¿Y qué le deparaba el futuro?

Mientras intenta conciliar el sueño, Ryan puede oír los sonidos de la vida nocturna en el pueblo: el rugido de los monstruos en la distancia, el gorgoteo del río cercano y el suave murmullo de los aldeanos conversando.

Finalmente, se duerme, soñando con su hogar y con las aventuras que le esperan en este nuevo mundo. Sabe que tendrá que enfrentar muchos desafíos, pero también sabe que con la ayuda de Steve y Alex y también los demás aldeanos, podrá sobrevivir y prosperar en este mundo.

Mientras duerme, una figura sombría observa su sueño desde las sombras de la habitación. Es una figura que ha estado siguiendo los pasos de Ryan desde su llegada a este mundo, observando sus acciones y decisiones.

La figura sonríe, satisfecha por el progreso de Ryan. Sabe que tiene un gran potencial y que podría convertirse en una pieza clave en el futuro de este mundo.

Con un último vistazo a Ryan dormido, la figura desaparece silenciosamente, fundiéndose con las sombras de la habitación. Mientras se retira, reflexiona sobre el papel que Ryan podría desempeñar en el futuro de este mundo.

Al amanecer, Ryan se despierta temprano, sintiéndose renovado y lleno de energía. Se viste rápidamente y sale de la casa, dirigiéndose hacia el centro del pueblo.

En la plaza central, encuentra a Steve y Alex, quienes ya están preparando el desayuno para todos los aldeanos. Ryan les ayuda, recolectando leña y encendiendo el fuego.

Mientras preparan la comida, Ryan pregunta sobre su próximo paso. —¿Y qué hacemos hoy? —pregunta, cortando trozos de carne para asar.

—Hoy vamos a explorar el bosque cercano —responde Steve, asando un trozo de carne a la perfección.— Necesitamos encontrar recursos para el invierno.

Ryan asiente, emocionado por la idea de explorar. Después del desayuno, él y Steve se dirigen hacia el bosque, con Alex uniéndose a ellos.

El bosque es denso y oscuro, lleno de árboles enormes y plantas exóticas. Pueden escuchar el canto de pájaros y el rugido distante de monstruos.

Mientras exploran, Alex encuentra una cueva escondida detrás de un gran árbol. Dentro de la cueva, pueden ver una serie de cristales brillantes en las paredes.

—¡Mira eso! —grita Alex, señalando los cristales.— ¡Son diamantes!

Ryan y Steve miran con asombro los cristales brillantes en las paredes de la cueva. Nunca han visto nada como eso antes.

—¿Qué son exactamente? —pregunta Ryan, acercándose para examinar los cristales más de cerca.

—Son diamantes —responde Alex, sonriendo con entusiasmo.— Son extremadamente raros y valiosos. Con ellos, podemos crear herramientas y armaduras mucho más poderosas.

Steve asiente, emocionado por el descubrimiento. —Esto cambiará las cosas —dice, sacando una pala de su mochila.— Necesitamos minar tantos como podamos.

Juntos, Ryan, Steve y Alex comienzan a extraer los diamantes, trabajando rápidamente para recolectar tantos como puedan. La tarea es agotadora, pero saben que vale la pena.

Después de varias horas de duro trabajo, tienen una buena cantidad de diamantes en sus bolsos. Se sientan para descansar, reflexionando sobre su hallazgo.

De repente, un sonido estruendoso los sobresalta. Es el rugido de un Enderman, un monstruo alto y delgado con ojos azules brillantes.

—¡Corran! —grita Alex, levantándose de un salto.— ¡No miren a sus ojos!

Los tres amigos corren hacia la entrada de la cueva, esquivando los ataques del Enderman. Pueden sentir el aire frío de la cueva en sus rostros mientras huyen.

Finalmente logran escapar, corriendo hacia el bosque. Se detienen para descansar, jadeando por aire.

—Eso fue demasiado cerca —dice Steve, limpiando el sudor de su frente.— Debemos tener cuidado con esos monstruos.

De repente, el Enderman aparece frente a Ryan, atacando sin previo aviso. Antes de que pueda reaccionar, el Enderman lo teletransporta un poco lejos de Alex y Steve.

Ryan saca rápidamente su espada de hierro, listo para enfrentarse al monstruo. Sabe que este es un duelo a muerte y que debe dar lo mejor de sí.

El Enderman ataca con movimientos rápidos y precisos, pero Ryan logra bloquear cada uno de los ataques con su espada. Luego contraataca, golpeando al Enderman en el costado.

El monstruo gime de dolor, pero no se detiene. Continúa atacando con una furia renovada, forzando a Ryan a retroceder.

Ryan puede sentir el miedo en su corazón, pero también sabe que debe mantener la calma. Usa su velocidad y agilidad para esquivar los ataques del Enderman, buscando un punto débil.

Después de varios minutos de intensa lucha, Ryan finalmente encuentra su oportunidad. Realiza un rápido golpe a la cabeza del Enderman, desequilibrando.

Aprovechando el momento, Ryan asesta otro golpe en el pecho al Enderman, asestando un golpe final. El monstruo cae al suelo, sin vida.

Ryan retrocede, jadeando. Siente la adrenalina correr por sus venas, pero también siente una sensación de logro. Ha derrotado al Enderman.

Mira a su alrededor, buscando a Alex y Steve. Ellos lo observan desde lejos, con rostros llenos de sorpresa y admiración.

"¡Buen trabajo!" grita Steve, aplaudiendo la victoria de Ryan. "¡Has mejorado mucho!"

Ryan sonríe y saluda a sus amigos. Sabe que aún le queda un largo camino por recorrer, pero está listo para enfrentar cualquier desafío que se le presente.

Continuara.