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La verdad es que para Alec, el conjunto que Asmodeus le había regalado pues lo consideraba como uno de los mejores regalos que había tenido, ya que desde hace tiempo el quería vestirse de ese estilo, pero la realidad es que siempre la ha gustado probar el estilo femenino.

El recordaba que cuando era un poco más pequeño, como alrededor de los catorce años pues a escondidas de todos, pues robaba algunas prendas ropa del clóset de su hermana Izzy y luego se encerraba en el baño para después ponérselas en privado.

Ahora se estaba probando el regalo de Asmodeus y enserio que estaba encantado con el concepto, pero al mismo tiempo no podía evitar sentir nerviosismo al verse en ese estilo.

Alec...¿Tienes problemas con la ropa? --. le pregunta Asmodeus al otro lado de la puerta del baño.

No, de hecho ya voy a salir --. decia Alec desde el baño.

Ok --. dijo el mayor.

Alec salió con la ropa, para ponerse a la vista del demonio mayor y la verdad es que la imagen lo había dejado perplejo.

¿C-Como me veo? --. pregunta Alec nervioso.

Te ves... radiante --. decia Asmodeus al verlo tan detalladamente.

¿Enserio? ---. decia Alec.

Si --. decia Asmodeus admirandolo.

Alec pudo sonreír de lo feliz que se encuentra al poder usar ropa que le gusta y que ahora su pareja le gustara mucho.

Gracias por la ropa, de verdad me encanta --. decia Alec contento

Es lo que me importa para mí, que seas feliz --. decia Asmodeus.

Alec simplemente le dió un beso en la mejilla al principe del infierno, haciendo que el lo abrace mientras le daba algunos besos en la frente.

Enserio que para el joven Shadowhunter, estar con Asmodeus era poder estar pleno y sobre todo hacia que su corazón palpitara con fuerza ante su cercanía.

Asmodeus por otro lado estaba contento de que el menor pudiera olvidar fácilmente al idiota de su hijo Magnus, ya que le enojaba el recuerdo de la primera vez que encontró a Alec.

Asmodeus--.le llamó Alec.

¿Que sucede?--.le pregunta.

¿Que tanto me amas?--.le pregunta Alec tímidamente.

Te amo, al grado de poder destruir todo lo que te haga sufrir--.dijo Asmodeus seriamente.

¿Eh?--.pronuncio Alec sorprendido.

Así es, mi pequeño ángel, soy capaz de destruir todo lo que te haga sufrir, porque de verdad no quiero que vuelvas a llorar de dolor, ni de tristeza--.le confesó el mayor.

Asmodeus--.decia Alec sorprendido.

Alec...te adoro con todo mi ser--.decia Asmodeus que se aferraba al menor.

Alec simplemente estaba sorprendido con la respuesta de Asmodeus, pero igual se encontraba un poco emocionado al ver todo el cariño y el amor que el le otorgaba.

Tengo otra sorpresa para ti--.le menciona Asmodeus.

¿Que es?--.decia Alec curioso.

Asmodeus entre sus manos hizo aparecer una caja roja de tercio pelo, que estaba decorada con un lindo moño blanco, entonces Alec empezó abrir la caja despacio y vio que era un lindo collar y que tenía un lindo dije de una rosa azul pastel.

Esta hermoso Asmodeus--.dijo Alec contento.

Asmodeus simplemente tomo el collar y se lo puso cuidadosamente para después darle un pequeño beso en la frente al menor.

Te amo--.decia el mayor antes de besarlo.

Alec simplemente se dejaba llevar por el momento ya que literalmente sentía que estaba viviendo en uno de los mejores momentos de su vida, de la cual para el era una auténtica fantasía.

Un tiempo después Asmodeus llevo a Alec cerca del instituto como de costumbre y para después ambos se despidieran con un beso, para después el se fuera discretamente a su habitación, aprovechando que nadie rondaba cerca.

Llegara el momento en que no volverás a ese lugar que te hace sufrir, de eso me voy a encargar--.decia el demonio mayor cuando estuvo solo.

Alec al entrar a su habitación por la ventana, tuvo que ocultar la ropa que Asmodeus le obsequio mientras que se ponía la ropa que todos conocían.

Ojalá pudiera usa esto libremente--.decia Alec mientras que se terminaba de alistar para no levantar sospechas.

Alec tuvo suerte de que hoy era su día libre y se recostó en su cama mientras que en su mente estaba la imagen de su querido demonio mayor, y no podía evitar dar una sonrisa, mientras que esperaba el momento de que se volvieran a reunir, enserio amaba al mayor.




Un ángel entre los brazos de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora