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Alec pues como de costumbre estaba sobre llevando los días en los que las personas del instituto le daban indiferencia y un poco de mal trato, pero no le prestaba atención ya que en su mente tenía al demonio mayor haciendo que todo a su alrededor ya no importara.

La noche había llegado y Alec en su habitación abría la ventana mientras que salia del instituto sigilosamente e iba de camino en busca del demonio mayor.

Alec decidió esperar al demonio en la misma banca en donde lo encontró en la primera noche. Pero no contaba de que la noche estaría fría y solo tenía puesto un suéter delgado, entonces se abrazó asi mismo para tratar de entrar en calor, pero en eso siente que algo lo cubre y en eso siente algo grueso, y entonces se da cuenta que tenia encima una capa negra.

La próxima vez trae un abrigo, pequeño angel--.dijo Asmodeus apareciendo de repente.

A-Asmodeus--.dijo Alec un poco nervioso.

Hola pequeño ángel...es bueno verte de nuevo--.dijo Asmodeus mientras le robaba un pequeño beso.

También me da gusto verte--.dijo tímidamente.

Abrígate bien, ya que vamos a caminar un momento--.decia Asmodeus que se levantaba de la banca.

Alec se acomoda mejor la capa y camina a lado del demonio mayor, pero era un momento agradable para ambos y al mismo tiempo se sentía protegido.

¿Que tienes planeado hacer está noche?--.pregunta Alec.

Bueno...hay un lugar que quiero llevarte mi pequeño ángel--.decia Asmodeus que le tomaba la mano y seguían avanzando.

En eso ambos llegan a un sitio que al parecer era una especie de motel y en eso Asmodeus guío a Alec al interior de este lugar haciendo que se sintiera nervioso, pero al mismo tiempo sentia un poco de emoción.

Los dos entraron a la habitación más lujosa de ahí, gracias a Asmodeus porque el quería lo mejor para su pequeño ángel y al mismo tiempo tener el mejor momento para el.

La habitación era muy hermosa y la decoración era tan minimalista, pero al mismo tiempo que se sentía tan cálida. Alec fue a la cama a sentarse un momento y le sorprendió la suavidad que está sentía.

Se siente como si estuviera sentado en una nube--.dijo Alec.

Bueno siempre busco lo mejor para ti pequeño ángel--.le dijo Asmodeus.

A veces siento que todo esto es un sueño...esto es demasiado bueno para ser verdad y al mismo tiempo en qué reciba tanto cariño de tu parte...me pone un poco triste en no recibir eso de parte de mi familia en el instituto...para ellos soy una decepción--.dijo Alec cabizbajo mientras un par de lágrimas salían de sus ojos.

Asmodeus se acercó al menor mientras que se sentaba a su lado y al mismo tiempo lo acomodaba en sus piernas.

Para mí...eres mi tesoro, no voy dejar que esos malos momentos te afecte en esta noche especial --. dijo Asmodeus antes de besar al menor.

Alec se sentía pequeño ante el demonio mayor, es decir, que cuando Asmodeus lo dominaba se encontraba a su merced y eso provocaba que el placer se apoderara de el, sus pensamientos y instintos comenzaban a desear que Asmodeus siguieran besando sus labios, cuello y hombros, pero también sentía mucho nervios cuando el mayor acariciaba con sus manos, su espalda, cintura y trasero, pero lo que cambia era la manera en que Asmodeus fuera tan gentil con su tacto y sobre todo se volvía posesivo porque su agarre estaba fuerte, pero no lo lastimaba.

Asmodeus besaba su cuello y hombro y Alec se sostenía de la camisa de este mientras que soltaba jadeos y gemidos ante lo sensible que era.

Ah...Asmodeus...Ah --. decía Alec entre gemidos.

Asmodeus estaba retirando la capa y el suéter de Alec para luego dejarlo desnudo del torso mientras que comenzó a besar su pecho para poder recorrer el contorno de este, pero la parte fuerte era que el mayor se acercó a uno de los pezones y comenzó a morderlo con cuidado para no lastimarlo.

¡AHH! ¡A-Asmodeus!...siento --. Alec estaba tratando de hablar, pero de verdad que la situación que se encontraba impedía pensar con claridad mientras que se sujetaba de la camisa del mayor.

Asmodeus al estando en el pecho de Alec podía escuchar claramente los fuertes y acelerados latidos de su corazón y además sentía como temblaba ante su toque, pero lo que fue especial para el mayor fue que al momento de levantar el rostro pudo ver la expresión del menor. Alec tenía los ojos húmedos, las mejillas sonrojadas y los labios levemente hinchados por los constantes besos del mayor.

Vaya que eres irresistible pequeño ángel --. le dijo Asmodeus al momento de morder el otro pezón.

Alec no quería pensar, él quería seguir disfrutando de esto...deseaba ser tomado por el príncipe del infierno y en todo su ser gritaba que el mayor lo hiciera suyo, de verdad que no quería separarse de el ya que se sentía a salvo y deseaba poder estar con él por el resto de su vida.





Un ángel entre los brazos de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora