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𝖿 𝗋 𝖺 𝗇 𝖼 𝗈
𝖼 𝗈 𝗇 𝗅 𝖺 𝗋 𝖺 𝗇 𝗈 𝗌 𝖾 𝗇 𝖼 𝗈 𝗇 𝗍 𝗋 𝖺 𝖻 𝖺 𝗆 𝗈 𝗌 subiendo al auto que nos llevaría a mi hotel. Después de una carrera exhausta, uno tiene que descansar. No daba más, los ojos se me iban cerrando de apoco y cada vez más me dormía en el hombro de Lara.
Hasta que un sonido de llamada me hace despertar del todo y se trataba del celular de la castaña, enseguida atiende sin dejarme ver quién era. Haciendo que la more frunciendo el ceño.
──¿Quién es, amor? ─susurro apoyando de nuevo mi cabeza en su hombro y Lara me hace una seña de que esperará─
No se cuento tiempo habrá estado hablando por llamada la castaña, que cuando estaba por dormirme devuelta escucho que finaliza la llamada y me despierto rápidamente observándola.
──Era mamá ─me mira al bloquear su celular─
──¿Tu mamá? ─frunzo el ceño acomodandome en el asiento─
──Sí, mágicamente apareció y me dijo que me quería ver mañana. Está acá ─frunzo cada vez más el ceño, confundido─
──¿La vas a ver? ──
──Obvio Fran, hace meses no la veo. Me pone re contenta que me haya llamado ─Lara sonríe sin mostrar los dientes─
──Me parece perfecto entonces. Yo me voy unos días a España y capaz este con mi familia, podes venir conmigo si querés. Sino queres volver a Argentina sabes que te podes quedar conmigo ─paso mi brazo encima de sus hombros sin sacar mi mirada de ella─
──Sí, Fran. Mañana voy hablar con mamá y te digo que voy hacer, gracias ─apoya suavemente su mano en mi mejilla haciendo que me salga una sonrisa inconscientemente─
Asiento con mi cabeza para después dejar un beso en su frente y se acomoda en mi pecho. Al mirar por la ventana me di cuenta que todavía faltaba para que lleguemos al hotel y siento como Lara le estaba dando algunas caricias a mi pierna, al mirarla, estaba un poco seria y antes de que pueda decir algo, se adelanta.
──Mamá antes de cortar me dijo que tenía que decirme algo. Me dejó intrigada ─la miro unos segundos más para después sacar mi mirada de ella y volviendo a ver hacia el frente─
──Capaz que no trabaja más ─suelto una carcajada─
──Ojalá, así la veo más seguido y no cada cinco meses o más sino me equivoco ─la castaña pega un suspiro─
──Mañana vas a saber, amor. Tranqui ─acarició suavemente su brazo─
──Me da risa que me digas "amor" cuando no somos nada ─Lara me mira soltando un par de risas─
