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𝖿 𝗋 𝖺 𝗇 𝖼 𝗈
𝗆 𝖾 𝖾 𝗇 𝖼 𝗈 𝗇 𝗍 𝗋 𝖺 𝖻 𝖺 𝗉 𝗋 𝖾 𝗉 𝖺 𝗋 𝖺 𝗇 𝖽 𝗈 𝗆 𝖾 para la carrera de hoy en Austin, quería estar lo más concentrado posible para hoy así por lo menos nos llevemos algún punto. Lara se encontraba dando vueltas por el paddock hablando por llamada con Jessica, su mamá.
Hoy 20 de octubre en Argentina es el día de la madre y como no están juntas, Lara decidió saludarla por celular. Ella estaba un poco bajoneada ayer y hoy por no poder estar con su mamá en un día importante como este, en cambio, yo me sentía culpable porque Lara no podía estar con su madre por estar acompañándome a mí.
Y hablando de la castaña, cuando me estaba por poner el balaclava pareció de repente en el garaje.
──¿Y? ¿Hablaste con Jess? ─pregunto acercándome a ella─
──¡Sí! Te manda saludos y Tebi también ─sonríe─
──Más lindos, ¿la está pasando bien? ─vuelvo a preguntar refiriéndome a Jessi─
──¡Sí, re bien! La están pasando con la familia de Tebi, así que todo bien ─la castaña asiente lentamente con la cabeza─
──Re bien entonces. Mamá debe andar por ahí, fíjate si la encontras ─señalo fuera del garaje y veo que frunce el ceño─
──¿Tu mamá está acá? ¿Cómo no me dijiste, Franco? ─dice algo desesperada empezando a buscar con la mirada a mi mamá y hace que me ría─
──¡Me olvide, perdón! ─digo todavía riéndome y rueda los ojos─
──La tengo que saludar y encima darle su regalo ─sonríe mientras mueve su cuerpo de un lado para el otro quieta en el lugar─
──¿Le compraste algo? ─pregunto sorprendido─
──Obvio, Fran ─suelta algunas risas─
──No hacia falta, La. Sos tan hermosa ─sonrió acercando mi boca a sus labios para dejarle un beso corto en ellos─
Y cuando me estaba por separar apoya sus manos en mi cara acercandola de nuevo, dejando varios besos cortos en mis labios.
──Sí hace falta, todos los años le regalo algo y ¿hoy no lo voy a regalarle?. Estás equivocado, señorito ─me mira sin todavía sacar sus manos de mi cara─
──A ver, ¿qué le vas a regalar? ─arqueo una ceja─
──Chocolates ─sonríe─
Suelto una carcajada asintiendo con la cabeza y no me reía por algo en especial, sino porque me parecía tierno de su parte y mi vieja por suerte ama los chocolates, así que era un buen regalo. También algo que sé y que me contó una vez Lara cuando llevábamos un año de relación, que en su familia era algo tradicional siempre regalar chocolates en el Día de la Madre y solamente en esa fecha.
