HERMOSA LOCURA. ✧ FREENBECKY

11.

Rebecca no había dormido esa noche.

Lo había intentado, pero cada vez que cerraba los ojos todo lo que había sucedido esa tarde estaba de vuelta en su memoria.

Habían pasado tantas horas.

Parecía irreal.

Pero cerca de las cinco de la mañana, su mente comenzó a sobre pensar.

Se quedó mirando el techo de su habitación, y el miedo tomó el lugar de sus pensamientos.

¿Y si fue sólo una vez y nada más?

Nada más.

Freen. Freen era una Profesora. La Profesora Freen Sarocha. Era sólo el comienzo de su carrera, ¿por qué correría el riesgo de arruinar todo para tener un romance con un estudiante, un romance con Rebecca Armstrong?

Además, Rebecca era lo que era. Rebecca era la negatividad hecha en persona, o eso había dicho Poom. Una don nadie. Un desastre.

———

Rebecca miró a su alrededor. Cada rincón de la escuela.

Pero no había rastro de ella.

No prestó atención ninguna clase, no es que antes realmente prestara atención, de todas formas.

Rebecca se puso las manos a la cara y suspiró.

"¿Te sientes bien?" levantó la cara, era la maestra Pear.

"No... no, yo..."

"Nam, acompaña a Rebe-."

"No... No, yo voy sola." se puso de pie y salió.

No pudo llegar a la enfermería, entró en el primer cuarto de baño y vomitó.

No tenía nada en el estómago, nada.

Terminó sentada en el suelo con la cabeza apoyada en la madera húmeda de una de las puertas.

Tragó saliva, su corazón latía con fuerza.

Ella no quería. Ella no quería que fuera así. Ella no quería acumular otra decepción en su vida.

Ya no podía ir sola contra el mundo.

Recordó todo lo que le había confesado a su profesora.

Rebecca perdería todo por Freen.

Y la nauseas regresaron.

Por primera vez en muchos años, Rebecca cerró los ojos y oró.

———

El timbre de la quinta hora resonó en sus oídos y la logró ver como una sombra en el pasillo.

Estaba entrando en un salón de clases, esquivando a los estudiantes y otros profesores.

Rebecca se escondio detras de una columna, casi pegada contra la pared, y la vio salir del aula detrás del resto de los estudiantes.

Era hermosa.

Y por primera vez en meses, mantenía el cabello suelto en la escuela. Parecía más radiante.

Rebecca quería hablar con ella pero tenía miedo de lo que iba a suceder.

La vio mirar a su alrededor, y su pecho se apretó con la esperanza de que Freen la estuviera buscando.

Un estudiante la detuvo y sonrió, respondiendo a lo que había preguntado.

———

Rebecca salió de la escuela.