¿que pasó ayer? - GP de las vegas - CHESTAPPEN

Capítulo 7

Ese tierno beso estaba escalando cada vez más, acariciaba su nuca como si pudiera acercarlo aún más a mi, mientras que él siguió mi ejemplo abrasando mi cintura, para luego pasar sus manos por debajo de mi camisa en caricias y roces.

Siguiendo esa danza de sus brazos pasando por todo mi cuerpo se separó lentamente de mi boca dejando tiernos besos que se hacían más apresurados alrededor de mi cara hasta llegar a mi cuello, el cual mordió sin hacerme daño causando me un extraño suspiro entre mi respiración agitada . Ya había quitado mi camisa casi por completo.

Odiaba ser yo de nuevo quien se alejaba, pero esto estaba lleno muy lejos. Su cara me rompía el corazón, pero no podía seguir con esto no así.

-¿Por que...?

- lo siento, no puedo, es solo que...

- Podemos ir al hotel si te parece mejor.

Nisiquiera me había pasado por la cabeza el hecho de que literalmente estábamos en un espacio público, pero ese no era lo que me preocupaba. Nadie nos vería en esta posición.

- no, ese no es el problema.

- entonces podemos solucionarlo.

Dijo mientras seguía acariciando la piel qué había dejado desnudate y besaba tiernamente mi cara. Mierda, en esta posición habría dejado que hiciera lo que quisiera, pero no podía.

-no antes del matrimonio.

Se detuvo por un segundo antes de retirarse lentamente sin apartar la vista de mi. Me dolía por completo haber rechazado algo que parecía que siempre había deseado, pero debía ser firme a mis principios. O al menos eso pensé hasta que ví esa sonrisa traviesa que me dedicó antes de incarse frente a mí y extenderme una mano.

- qué suerte que estamos en las vegas.

Sigo sin entender por que acepté.

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Los siguientes cuarenta minutos se trataron de un Max completamente enloquecido, había llamado a Charles y Carlos para hacer de testigos y sobornaron al chófer para llevarnos a todas las capillas qué pudieran consumar un matrimonio legal.

Después de múltiples intentos, amenazas y "ofertas" lograron conseguir una capilla dispuesta a llevar a cabo la ceremonia, con la condición de hacerlo de la manera más discreta posible.
Fue por esto que decidí usar mi segundo nombre y apellido, mientras que estuvimos gran parte del tiempo convenciendo a Max de usar por lo menos su segundo nombre y no cambiarlo a "Max de Perez", se veía realmente tierno.
La ceremonia fue realmente emotiva, ambos dijimos nuestros votos improvisados. Nos entregaron anillos que fueron grabados con nuestras iniciales frente a nosotros.

Tuvimos que firmar dos veces el documento por que todos habían puesto su autógrafo en lugar de la firma oficial (Charles incluso puso un mensaje en su documento de testigos).
Y tuvieron que intervenir para que Max no intentara quitarme la camisa en el altar.

Todo salió sorprendentemente bien y regresamos al hotel entre continuas felicitaciones por parte de nuestros amigos. Pasamos todo el camino viéndonos a los ojos sin decir una palabra mientas acariciabamos el anillo del otro. Y Max me llevó cargado desde la recepción hasta su habitación ignorando las miradas curiosas de los demás.

Había pensado tantas veces en este momento y ahora estaba ahí, listo para entregarme a lo que antes consideraba una fantacía.

Lo único que podía hacer era repetir aquello que repetí tantas veces esta noche, por cada vez que lo callé en esos momentos en que nuestras miradas se cruzaban.

-te amo

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