CAPITULO 4

2 0 0
                                    


AIDA La noche después de nuestra cena se estira en mi mente como una tela delgada, una imagen fugaz que no puedo dejar de mirar. Damon Ivánov sigue presente en mis pensamientos, no solo por su mirada intensa, sino también por la energía que proyecta: una mezcla extraña entre calma y peligro. Cuando hablamos, parece como si las palabras fueran lo menos importante. Cada gesto, cada silencio, tiene más peso que cualquier conversación trivial.El teléfono en mi mano parece un portal hacia algo que no entiendo completamente. Hay un mensaje de él, y mis dedos titubean antes de abrirlo, como si de alguna manera fuera a cambiar el curso de mi día. Lo leo."Espero que hayas llegado bien a casa, Aida. Fue una noche interesante. Quiero verte otra vez, más temprano que tarde."El mensaje es breve, pero deja mucho en el aire. ¿Por qué la sensación de que, aunque se presenta de forma casual, hay algo más en cada palabra? Es como si estuviera sugiriendo algo sin decirlo explícitamente. Me siento incómoda y atraída a la vez. La incertidumbre me come por dentro. ¿A qué juega Damon? La respuesta, por alguna razón, no llega a mí con la misma rapidez con la que normalmente reaccionaría. En cambio, me quedo mirando la pantalla, observando esas palabras una y otra vez.Finalmente, decido responder de manera sencilla, tal vez para evitar que se apodere demasiado de mis pensamientos."Sí, llegué bien. Gracias por la cena. Fue... una experiencia diferente."Cierro el teléfono, sintiendo que algo se mueve en el fondo de mi pecho. En los minutos siguientes, una pequeña ansiedad me comienza a hacer mella. Lo que comenzó como una simple conversación en una cena se está transformando en algo mucho más grande. Algo que no puedo controlar.El día avanza, pero mis pensamientos están atrapados. La rutina diaria parece más lenta de lo normal. Cada paso que doy está marcado por la pregunta que no me puedo sacar de la cabeza: ¿por qué Damon Ivánov me está buscando? ¿Por qué esta atracción extraña y peligrosa no puedo dejar de sentirla?Finalmente, cuando la tarde cae, el teléfono vuelve a vibrar. Esta vez, un mensaje de Damon."Tengo algo en mente para mañana. Una reunión, nada complicado. ¿Estás dispuesta a acompañarme?"El simple hecho de leerlo me hace preguntarme si esto es una invitación genuina o si estoy a punto de caer en algo más profundo, algo que no podría comprender por completo. La decisión está ante mí, y aunque mi instinto me grita que me aleje, mi curiosidad me obliga a responder."¿Qué tipo de reunión?"El mensaje de respuesta es casi inmediato."Una reunión de negocios. No te preocupes. No será nada peligroso. Solo necesito que estés ahí. Te prometo que será tranquilo."Me siento como si estuviera en una cuerda floja, un paso lejos de caer, pero aún no decido dar el salto. ¿Debería ir? Una parte de mí dice que no. La otra, más impredecible, más peligrosa, me insta a hacerlo. Después de todo, no todos los días te invitan a formar parte de la vida de un hombre como Damon Ivánov.Finalmente, la curiosidad vence."Está bien. A las siete."Cuando la noche llega, me encuentro de pie frente a un edificio elegante, uno que no había notado antes, pero ahora parece rodeado de un aura de misterio. El edificio es alto, con ventanas oscuras que reflejan las luces de la ciudad, dándole una atmósfera fría, casi industrial. Mi corazón late más rápido de lo normal. Algo en este lugar me dice que no debo estar aquí, que no es un sitio común, pero ya no puedo retroceder.Me encuentro con Damon en la entrada. Él luce impecable, como siempre, con un traje oscuro que parece hecho a medida. Su presencia es arrolladora, y cuando sus ojos se posan en mí, siento que la temperatura del aire aumenta. Él sonríe, pero es una sonrisa que oculta más de lo que muestra.—Te ves increíble —dice, con su voz profunda y grave.—Gracias. —La palabra sale de mis labios, aunque ni yo misma sé si realmente lo creo o si solo la digo porque siento que debo hacerlo.Damon me guía hacia el interior del edificio. El pasillo es largo, con paredes de vidrio oscuro que parecen ocultar más de lo que revelan. La luz es suave, pero hay una atmósfera de poder en el aire. Algo me dice que este no es un lugar para cualquiera, y que mis pasos aquí me han marcado de alguna manera.Nos detenemos ante una puerta al final del corredor. Damon la abre sin hacer ruido y entra primero. El ambiente en el interior es aún más tenso que en el pasillo, con hombres vestidos de traje que se sientan alrededor de una mesa grande, mirando documentos y hablando en voz baja. La habitación está llena de una calma ominosa, y no puedo evitar sentir que no pertenezco aquí.—Esta es la reunión. Nada de qué preocuparse, ¿verdad? —dice Damon, como si fuera una afirmación más que una pregunta, sin siquiera mirarme mientras se acomoda en su asiento.Me siento, sin saber si debería hacer alguna pregunta o simplemente mantenerme en silencio. Los hombres en la mesa parecen sumidos en sus propios asuntos, pero cada vez que alguna de sus miradas se cruza con la mía, siento que algo más se mueve en el aire. No es la calidez de una conversación amistosa. Es algo mucho más peligroso. Hay poder aquí, y ese poder parece estar a mi alrededor, envolviéndome.Las horas pasan lentamente mientras la conversación en la mesa sigue su curso, y aunque no entiendo lo que se dice, sé que hay algo oscuro en juego. La manera en que los hombres intercambian documentos, la forma en que sus voces bajan aún más cuando me ven... todo esto me hace sentir fuera de lugar, como si estuviera en medio de un juego que no comprendo.La reunión termina finalmente, y el silencio es tan pesado que me siento aliviada cuando Damon me guía de vuelta al pasillo.—¿Te ha gustado? —me pregunta, en tono casi casual, como si todo lo que acabo de presenciar fuera lo más normal del mundo.—Ha sido... extraño. No entendí nada de lo que se discutió, Damon. —Mi voz suena más firme de lo que me siento, pero no puedo evitar sentir que esta es la única forma de mantener mi dignidad intacta en este lugar tan ajeno.Damon me mira de nuevo, y esta vez, su mirada es más intensa, como si tratara de ver más allá de mi fachada. Algo en su rostro cambia, y por un momento, puedo ver que no es solo un hombre que juega en un mundo peligroso. Es alguien que entiende lo que está en juego, alguien que sabe exactamente lo que quiere, pero que también es capaz de leer la incertidumbre en mis ojos.—Te lo dije, Aida —dice en voz baja—. Lo que ves aquí es solo una parte de lo que soy. Este mundo... tiene sus reglas. Y si decides quedarte, tienes que aceptar las consecuencias.—¿Qué consecuencias? —pregunto, a pesar de que ya siento que la respuesta es la que menos quiero escuchar.—Las que vendrán, cuando te adentres en este mundo y ya no puedas salir.Sus palabras caen como una sentencia, pero hay algo en la forma en que las dice que hace que me quede allí, quieta, sin poder moverme. Él sabe lo que está haciendo. Y yo también lo sé. Este es solo el comienzo.Nos detenemos frente a las puertas del edificio. El aire de la ciudad me golpea con fuerza cuando salimos, y por un momento, todo parece más claro: la elección está ante mí, y no hay vuelta atrás.Damon Ivánov tiene poder, y yo... yo acabo de tomar un paso hacia su mundo, un paso que no sé si me llevará a un abismo o a la cima de algo que nunca imaginé.Pero en ese momento, el miedo se mezcla con la fascinación. Y por alguna razón, no quiero detenerme.


IG: mxl.naye

Sombra de DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora