Algo que no había notado Sevika era que su compañera de baile se había torcido el pie mientras estaban en el bar. Combinado con el efecto del alcohol, aquello hacía que caminar fuera una tarea torpe y difícil de disimular.
—¿Todo bien, pajarito? —preguntó la morena con un tono que mezclaba diversión y un leve toque de preocupación.
—C-Claro que sí —respondió la peliblanca rápidamente, intentando mantener la compostura mientras cojeaba de forma evidente.
Sevika negó con la cabeza, una sonrisa divertida asomándose en sus labios mientras observaba cómo T/N intentaba avanzar con pasos vacilantes.
—Ya basta, pareces un pingüino borracho —dijo la ojigris con burla antes de acercarse a ella.
En un movimiento rápido y sin pedir permiso, la tomó en brazos como si se tratara de una princesa, cargándola con facilidad.
Para su sorpresa, en lugar de escuchar protestas o quejas, lo único que recibió fue un suspiro de alivio acompañado de un silencio cómplice.
Sevika arqueó una ceja al notar la falta de protesta.
—¿Eso es todo? ¿Ni siquiera un "bájame" o un insulto?— preguntó con una sonrisa burlona mientras avanzaba con paso firme, llevando a la peliblanca en brazos.
T/N apoyó la frente en el hombro de Sevika, escondiendo la vergüenza que se reflejaba en su rostro.
—Estoy demasiado cansada para discutir contigo... y para caminar —murmuró, dejando escapar un suspiro que denotaba resignación.
La morena rió suavemente. —Pues es tu día de suerte. Además de guardaespaldas y niñera, también soy transporte de lujo. ¿Dónde queda tu zapatilla de cristal, princesa?
T/N alzó la cabeza para mirarla con una mezcla de cansancio y diversión. —La dejé en el bar junto con mi dignidad.
Ambas rieron, y aunque el ambiente entre ellas seguía siendo ligero, Sevika no podía evitar fijarse en los detalles: la forma en que T/N se había relajado en sus brazos, el calor de su cuerpo contra el suyo, y cómo sus ojos azules, a pesar del cansancio, parecían iluminarse bajo la luz tenue de las calles de Zaun.
Cuando llegaron a la puerta del apartamento de Sevika, la ojigris la empujó suavemente con el pie, logrando abrirla con facilidad. Entraron en el espacio desordenado, pero acogedor, donde Sevika la dejó cuidadosamente en el sofá.
—Listo, pajarito. Ahora, ¿quieres hielo para ese pie, o prefieres otro vaso de whisky para olvidarte de él?
T/N sonrió débilmente mientras se acomodaba. —Sorpréndeme, Sevika. Pero por ahora, prometo no bailar contigo otra vez... a menos que traigas un botiquín.
La dueña de casa rió suavemente antes de desaparecer en el interior de su hogar, buscando entre cajones y armarios hasta dar con un par de gasas y algo de hielo, lo mejor que podía ofrecer en esa situación improvisada.
Al regresar a la sala, se encontró con una escena bastante curiosa: T/N luchaba con todas sus fuerzas por mantenerse despierta, los párpados pesándole más con cada segundo.
—Alguien tiene sueño... —comentó Sevika con una media sonrisa mientras se inclinaba hacia la peliblanca, colocándose en cuclillas para examinar el pie que parecía estarle dando problemas.
—No quiero ni imaginarme la resaca mañana... —murmuró T/N, cerrando los ojos por un momento mientras su cabeza descansaba contra el respaldo del sofá.
—Bueno, eso pasa cuando intentas beber como si no tuvieras límites —bromeó la morena, colocando con cuidado la gasa sobre el pie torcido y sujetándola con firmeza para que el hielo pudiera hacer efecto.
![](https://img.wattpad.com/cover/384669320-288-k483385.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cor Ferreum| Sevika y lectora
FanfictionDespués de una mala racha para Sevika, la temida mano derecha de Silco en las entrañas de Zaun, intenta secuestrar a T/N Vaukeiver, la hija de una influyente familia de Piltover. Mientras Sevika es un alma endurecida por las sombras de la ciudad sub...