Efecto dominó.

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A menudo me preguntaba cuándo iba a poder reponerme. Dejar de sentir ese roto corazón, de vivir de recuerdos. Me sentía tan frustrada, Taehyung siempre parecía estar bien y le envidiaba aunque sabía que solo estaba fingiendo. Su vida no era fácil conmigo pero tampoco sin mí. Estaba acostumbrado a mí tanto como yo a él. Sabía que nada nos unía ya, pero de forma circunstancial (todo el tiempo) me sentía muy sola sin su presencia en mí entorno. Y para ser muy sincera, le vendería mí alma al diablo por librarme de todo aquello que me ataba a su recuerdo.

-Podríamos quedarnos al costado-suspiré-. Lo lamento, no pensé que llegaríamos a tiempo para esto.

-No soy alguien que vaya al costado, Seoyeon-sonrió-. Ni tú-llevó la yema de sus dedos sobre mí hombro y sutilmente apartó pequeñas hebras de mi cabello-. Está bien, somos amigos. No me molesta.

Por supuesto que él no era alguien a quien dejarías de lado, pero no quería hacerlo sentir así de incómodo. Ni siquiera estaba pensando correctamente cuando le pedí acompañarme.

-Pero no tan cercanos como para que aparezcas en la fotografía familiar anual-admití.

-Estoy seguro de que somos más que cercanos, de no haberlo sido Taehyung no me habría golpeado.

-Cierto-sonreí apenada-. Aunque no deja de ser extraño, entiendo que no quieras hacerlo...

-Deja de creer que todo lo que haces está mal o me pondrá en una situación incómoda. No hago nada de lo que no quiero, y lo sabes.

Para Yoongi era más que sencillo vivir, por eso me resultaba muy ambiguo que necesitara de mí. Tenía una cara muy linda y suficiente dinero para comprar la mitad del mundo. Y su personalidad era encantadora, solía ser muy gracioso y sarcástico, además tenía la misma caballerosidad de su padre.
En cambio, para mí era sumamente complicado, iba por la vida complaciendo a otros en lugar de cuidar de mí misma y siempre tenía miedo de arruinarlo todo. Nunca era suficiente, los demás siempre me dejaban así que parecía difícil quedarse conmigo. Amarme era algo muy lamentable al parecer.

-Ven aquí muchacho-mi abuelo tomó el nudo de la corbata del pelinegro y lo ajustó cuidadosamente-. Debes estar más que presentable, todo el mundo quiere ver tu rostro.

-Estoy seguro de que lo han visto antes, Señor Park-apretó los labios avergonzado.

Era cierto, su padre y el mío solían jugar golf todos los martes por supuesto que Yoongi era más que un rostro conocido para mí familia pero nosostros seguíamos sin acercarnos al pasar de los años.

-Pero antes no llevabas del brazo a Seoyeon-le dio pequeñas palmadas en el hombro y se alejó.

No encontré que decir en ese momento porque no presté mucha atención a lo que los demás iban a interpretar, mí padre estaba casándose por segunda vez y yo había llevado a alguien más que a Taehyung a la celebración, sin embargo no me molestaba el resultado. Era un alivio que ya no me relacionaran más con él.
En cambio había mucho que decir de Yoongi, su toque sobre mi cintura era muy suave y una sonrisa gomosa le adornó el rostro cuando el fotógrafo hizo sonar el obturador. De pronto me miró un par de veces para asegurarse de que también estaba sonriendo.
Así que así era como se sentía compartir momentos importantes con otros...

Traté de hacerlo sentir lo más cómodo posible pero mí padre no dejaba de mirarlo cuando terminamos las fotografías y su esposa (quien era encantadora) tampoco pudo evitar que continuara haciendo preguntas, tantas como pudo arrojar al instante

-¿Durmieron juntos? ¿Sigues desvelándote tanto, Yoongi? ¿Ya no sales con esa chica?-. Y la menos oportuna- ¿Qué te pasó en el rostro?

-No, no dormimos juntos hasta el momento. Procuro no ir a la cama hasta tarde porque a Seoyeon le agrada ir a correr por las mañanas. Tampoco estoy saliendo más con esa chica-sonrió-. Y por último, Seoyeon tiene un efecto dominó en los hombres-se encogió de hombros- y bueno, estoy dispuesto a pagar ese precio.

-¿Te gustaría salir con ella?-insistió.

-¡Papá!

-Bueno, es que míralo-lo señaló discretamente- ¡Es muy apuesto y dice cosas geniales! Además lo ví crecer...

-Cariño, estoy segura de que si ellos estuvieran saliendo ambos serían muy sinceros respecto a ello-Siyoung tomó del brazo a papá y me brindó una mirada de tranquilidad.

-Está bien, lo siento-hizo un mohín con los labios-. Aún así, me alegra mucho que ustedes sean así de cercanos-acarició mi cabello.
Lo ví marcharse siendo arrastrado por su esposa al otro lado del salón.

-Yo también lo lamento-hice un mohín con los labios-. Algunas veces tiene demasiada energía y no sabe qué hacer con ella...

-Me agrada tu padre. Sobre todo la sinceridad con la que habla, eres igual a él-asintió-. Pero tienes la sonrisa de tu madre.

-Me lo dicen a menudo-me relamí los labios.

-¿También pintas? Es decir, vi la misma técnica en todas las pinturas en el salón... Todas están firmadas con su nombre.

-A menudo, sí.

Extrañamente me sentí aliviada, era como si Yoongi realmente estuviera interesado en mí y en lo que yo sentía.

-Seoyeon, ¿Quieres bailar?

-¿Aquí? ¿Ahora?-levanté las cejas.

-Bueno, no pudimos terminar de bailar la noche pasada. Estuve un poco indispuesto-soltó una risa que me confundió. Parecía muy cómodo ahí, se veía distinto a los días anteriores era como el Yoongi que conocí durante mi infancia.

No sabía que tan complicado podría volverse traerlo a casa. Solo me había sentido muy mal por la forma en la que terminó todo un día antes. 
Me preguntaba si mi repentina inclinación tenía que ver con lo muy atractivo que Min me parecía desde que le conocí. La primera vez que lo ví fue la segunda semana de clases, yo estaba regresando del intercambio estudiantil en Irlanda así que me incorporé hasta la segunda semana de clases. Me había extraviado saliendo de la biblioteca y terminé en su facultad, cuando abrí la puerta lo encontré sentado en el asiento del profesor mientras Jaesoo daba saltos encima suyo. Lo realmente vergonzoso fue que no dejó de mirarme ni un instante, y cuándo me sonrió y le devolví el gesto se asustó. Yo tampoco conocía el pudor en ese aspecto.

-Es una canción lenta y nadie está bailando...

-Sé que quieres bailar conmigo-llevó las manos sobre mí cintura y se acercó pausadamente- Me gusta tenerte cerca, Seoyeon.

-Yoongi...

-No haré nada estúpido-colocó su barbilla sobre mí hombro-. Porque me agradas.

-También me agradas-dejé mí mejilla sobre su pecho.

Resultaba complicado, a decir verdad Taehyung odiaba visitar la casa de mis padres, no le agradaba Siyoung y tampoco había prestado atención al inmenso parecido que yo tenía con mi madre. A él no le interesaba hablar sobre ella, me decía que le apenaba mucho que hubiera muerto y no quería verme triste pero muy en el fondo yo tenía claro que simplemente no le daba importancia. Yoongi también era un efecto dominó, pero él no lo sabía.

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⏰ Última actualización: Dec 06, 2024 ⏰

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