Una vida por contar

Capítulo 11

- Ese muchacho me agrada, hacen buena pareja.

- Mami!! Él solo podría llegar a ser mi mejor amigo, yo aún quiero a Sebas.

- No he dicho nada Aly.

Le sonrió con fraternidad y le doy las buenas noches.

Llegué del colegio muy apresurada, iba tarde a la iglesia y tenia que cantar. Comí, me bañe, me coloqué el uniforme de alabanza, me maquille un poco, arreglé mi cabello y salí disparada hacia la iglesia.

Unas horas después estaba de vuelta a mi casa, charlando con mi mamá sobre el día de hoy. Mi teléfono sonó y respondí.

- Hola, quien habla?

- Hola Aly.

-Con quién hablo?

- Soy Sebastian, como estas.

- Ah! Hola, bien y tú?

- Bueno, no te has conectado hoy y no quería dormir sin hablar contigo.

- Oh! Es que estuve ocupada, gracias por preocuparte.

- De nada, Aly, que estés bien.

- Igual, un beso!

Colgué emocionada, apenas conocía a este chico y parecía lindo, me gusta.

Desperté, soñando un recuerdo ahora doloroso. Decido olvidar eso e ir por un poco de agua. Le temo a la oscuridad así que, agarro mi celular y lo enciendo, son las 2:00 am.

Amaneció y levanto con ganas de dormir más.
Mi mamá está en la cocina preparando el desayuno y mi hermanita, jugando con unas muñecas.

- Hola, ma! Tengo hambre.

- Cuando no?

- Cuando he recién comido.

Ella sonríe ampliamente y yo igual.

Ya es casi la una de na tarde y tengo que ir al colegio, ya estoy lista y llamó a Nathaly para irnos. Permanecemos casi todo el camino en silencio hasta que ella lo rompe.

- Te cae bien Gabriel?

- Algo así, porque?

- Nada, él es buen amigo.

- Es irritante.

- Jaja! A veces, pero a mi me hace reír, Gabriel podría hacerte sonreír en cualquier circunstancia.

- Si, eso lo he notado.

- Te ha hablado de Laura?

- Quién es Laura?

- Su novia... Bueno su ex.

- Ah, no mucho.

La conversación en realidad me aburrió, mi relación con ella ya no es como antes.

Cuando llegamos, mi grupo de compañeros estaba reunido, saludo a todos con un beso en el cachete.

- Pasa algo, Aly? Dice Bruno con preocupación.

- Él y yo terminamos, ya saben, lo de siempre pero, no quiero hablar de eso, así que, diganme, que hicieron el fin de semana?

Todos me quedaron mirando muy asombrados y les sonrei, intentado que todo pareciera en orden.

- Buenas tardes jóvenes, todos a sus lugares.

No dije una palabra más hasta la hora de salida, me despedí de ellos y por primera vez salí sola del colegio. Recorrí con paso firme todo el pasillo hasta llegar a la puerta, con la cabeza mirando el piso, no quería que nadie viera mi tristeza. Estaba afuera, y escapada en mis tristezas, pensando en todo aquello que alguna vez me había hecho daño. De inmediato dejo de pensar de esa manera, no puedo sentir lástima de mi, hay personas allá afuera que no pueden dormir pensando en que le darán de comer a sus hijos el día siguiente cuando ni siquiera tienen un solo peso em sus bolsillos, personas de mi edad que deseaban estudiar y no podían porque tienen que trabajar mientras yo ni prestaba atención a las clases pensando cosas sin sentido, cosas absurdas en realidad. Soy una tont...

- Aly!!

Esa voz me distrae y hace que levante mi cabeza, ahí estaba él, sonriendo para mi (siempre sonreía para mi)