Johnnie Guilbert

Capítulo 2

- I hate the way you say my name like it's something secret my pen is the barrel of the gun, remind me which side you should be on ¡Whoa, I want to hate you half as much as I hate myself! - El chico cantaba esa canción con ganas, yo la conozco, se llama The Pros And Cons Of Breathing de Fall Out Boy.

Ya hubiese levantado mi cabeza de la ventana haciendo como si despertaba de un largo y dulce sueño, y si fuera así, ya lo hubiera hecho desde hace mucho tiempo. Prefiero escuchar su voz. Parecía que tenía audífonos ya que algunas veces le decían desde otros lugares que no cantara pero él parecía no escuchar.

Aún ne he encontrado mi teléfono. De seguro mis amigas lo tomaron o algo por el estilo. Ellas viven molestando y haciendo bromas.

No importa. Mientras canta, también canto la letra en mi mente.

- Estás despierta ¿no? - Me susurran al oído.

¡Coño! Es su voz ¿que hago? Mierda. No sé que hacer.

Él suelta un suspiro - Tengo tu teléfono - dice de una forma divertida aún más cerca de mi oído.

¿Acaso esto no podría empeorar?

Comienzo a sentir algo en mi garganta, sube a mi nariz y antes de lograr detenerlo, lo suelto. Un maldito estornudo. Genial. Mi cabeza se golpéa contra la ventana y me veo obligada a hacer como si despierto.

Le voltéo ver y miro su cara ponerse roja hasta no poder y estallar en carcajadas.

Lo último que me faltaba.

No sé que cara puse o fue mi reacción que fue en ponerme roja, no lo sé, pero se calmó.

- Hola, soy Johnnie - dice aún que una sonrisa
Dude en responderle, pero no me pude resistir, a veces era muy impulsiva - Soy Jess - miré mis manos - digo, Jessica pero me dicen Jess-

- Jess - dijo saboreando mi nombre en su boca - me gusta - me lanzó una mirada.

¡Dios! Sus ojos. Son de un color celeste mezclados con gris. No lo sé. Son tan hermosos. Me di cuenta de que yo no quitaba la vista de sus ojos ni él de los míos.

Le lancé una sonrisa y traté de ver a otro lado pero no pude.
Un silencio se hizo entre nosotros. Joder. No me di cuenta - Así que tienes mi teléfono - dije arqueado una ceja tratando de romper ese silencio.

- Oh, si, lo siento, es que estaba aburrido y mi teléfono ya no tenía carga. Entonces te vi dormida y el tuyo estaba a punto de caerse. Lo agarré antes que se cayera y noté que aún estaba desbloqueado. Estabas dentro de la música, así que vi que tenías y me gustó. Digo, tengo los mismos gustos - sonrió - y al menos no te gustan esas bandas populares que a todas les gustan - abrió los ojos de par en par - creo - dijo con miedo a haberse equivocado.

- no me gusta esa música - le dije aún entre risas

El soltó un suspiro de alivio.

- Y ¿Qué te trae a este campamento? - le dije con curiosidad

- Ah - dijo mientras trababa los ojos - Mis padres quieren que aprenda a socializar porque me cambiarán a un nuevo colegio, y dicen estar preocupados por eso ¿y a ti?

- No lo sé, mis padres me obligaron, pero yo sé que se querían deshacer de mi estas vacaciones y aprovecharon porque sabían que mis amigas también vendrían -

- Estamos perdidos - dijo. No sé por qué, pero ambos comenzamos a reír, cada uno sabía el por qué de si mismo.

El resto del viaje nos la pasamos hablando, fue lo mejor y divertido. Este chico me agrada.

- Chicos, ya llegamos - dijo una muchacha, como de 25 años. Vestía un uniforme al igual que otras personas.

Nos levantamos y bajamos del autobús. Johnnie iba detrás mío, al ver hacia los lados notamos que habían más autobuses, aproximadamente eran unos quince.

- ¿Nombre? - me dijo otra mujer con uniforme y un listado

- Jessica Scodelario -

La mujer recorrió un listado con su lapicero y me señaló una cabaña con un número cinco en la puerta - adentro están tus cosas, allí dormirás el resto del verano -

Genial. Una cabaña. No sé que esperaba, era obvio que sería una cabaña, pero jamás pensé en ello.

-¿Nombre? - Le preguntó la señora a Johnnie

- Johnnie Guilbert -

Ella señalo a la cabaña. La cabaña número cinco.