Estoy en mar abierto.
Libertad.
Sola por completo.
Rasgas tu guitarra y la melodía se extiende por todo mi cuerpo.
Las notas resuenan en mis oídos y las olas rompen contra los acantilados.
Mis caderas se mueven al ritmo de tu música y me siento aún más libre.
Aún más viva.