Hasta luego,
me he hartado.
Necesito ser libre.
Volar.
Bailar a las cuatro de la madrugada.
Oír un te quiero y no tener la necesidad de responder.
Preocuparme de qué libro será el próximo que compré y no de si nos va mal o bien.
Quiero irme.
Necesito huir.
Pero no sé hacerlo.
Espántame.
Grítame un "vete y no vuelvas".
Pero hazme desaparecer.