Cada día estoy más harta de esas estúpidas promesas con fecha de caducidad.
No quiero que me asegures que vas a seguir a mi lado siempre. Porque ambos sabemos que no es verdad.
Las personas cambian, para bien o para mal.
No existen los para siempre.
Existen los sigo aquí.
No quiero que me recuerdes que vas a estar ahí siempre.
Nunca me fueron los planes de futuro.
Soy más de un "estoy aquí, no te olvides".
De un mensaje de buenas noches en el buzón de voz.
De que aparezcas en la puerta de mi casa con una tarrina de helado en la mano izquierda, con ganas de abrazarme y no soltarme nunca.
Y que me recuerdes que sigues ahí.
Ambos sabemos que tengo mala memoria y que me encanta verlo todo a través de la peor cara de la moneda.