CAPÍTULO 3

6 1 0
                                    

Esa noche soñé, con lo que pasaría en la casa de Danny. No fue el mejor sueño de mi vida, desperté completamente sudada. En el sueño Danny era un psicópata, un loco, un tipo raro. En su habitación había cabezas de animales, tenía una tarántula como mascota que se llamaba Will, tenia estantes llenos de órganos de animales, todo asqueroso y repulsivo, tenia pósters de muertos y bandas de rock. Después de enseñarme su cuarto empezó a perseguirme para besarme, pero en sus ojos habían cambiado de color, eran rojos...rojos sangre, me sentía asustada, sentía ganas de besarlo pero sentía miedo.

Al despertar, estaba sudada y con dolor de cabeza, eran las 3:30 de la madrugada y no podía dormir. Me dormí a las 5:00 de la madrugada, y tuve otro sueño horroroso, pero no le preste atención, a lo mejor era un sueño raro por que mi cabeza solo está desesperada por verlo, y soñaba esas cosas locas solo por desesperación, por no tenerlo cerca en ese momento.

Y al fin, llego el momento eran las 4:30 de la tarde y ya yo estaba metiéndome a la regadera a bañarme, elegí el mejor pantalón y la mejor camisa que tenia (claro a mi estilo), me maquillé y me peiné, me puse mis converses y cuando estaba a punto de sentarme a oír música, mi celular vibro.

Si, era Danny diciéndome:

"Hola Alisson, mira la cena es ahora a las 5:30, ya yo estoy listo. Estoy ansioso por verte, tengo una cosa que decirte. Espero que ya estés lista, llega temprano si puedes. Te quiero"

O por dios, mi corazón dio un salto me puse a sudar. ¿Qué era lo que me diría? ¿En verdad está ansioso en verme? Menos mal que ya estaba lista, así que me encaminé a la casa de Danny porque ya eran las 5:45.

Cuando ya estaba a una casa, allí estaba Danny, con el viento traspasando sus cabellos lisos y despeinándolo. Mi corazón palpitó más y más.

El se encaminó hacia mí, me abrazó, me besó en la mejilla y me dijo:

-Pensé que no llegarías, te extrañé.

Cuando me dijo eso, me sonrojé, mi corazón palpitó más y más y mi sangre bombeaba con más fuerza por mi cuerpo. No sé cómo explicar, lo que sentía en ese momento, las ganas de comérmelo a besos, de decirle que si lo quiero, que si me importa, que me gusta. Pero me aguanté, ya yo había pasado por lo mismo, le dije al chico que me gustaba, salió espantado y yo quede dolida.

Después de quedaros conversando afuera, me invito a pasar.

Su casa era pequeña y acogedora. Todo adentro era color lila, con esculturas hermosas en estantes de madera. En verdad me sentí como en mi casa, todo era silencioso y ordenado. Me llevó al comedor, tenía una mesa inmensa llena de comida deliciosa. En verdad el olor era exquisito. El me invito a sentarme, yo acepte.

Nos quedamos hablando de nuestras clases. Y de repente la puerta que estaba atrás de Danny se abrió, asustándome por un momento pero salió una dulce señora que daba una vibra asombrosa. Ella estaba vestida con uno de sus mejores vestidos de salir, se llamaba Cindy Smith, que señora tan hermosa, fue una gimnasta y porrista profesional.

Me contó su historia, cuando se enamoró, cuando se casó...Era una historia interesante, la comida exquisita y además estaba Danny a mi lado. Era la noche perfecta.

Después de que terminamos de comer, Danny me invitó a su habitación. Me acorde de mi sueño, me puse a sudar, en el preciso momento en que íbamos subiendo las escaleras le pregunte:

-Oye Danny, ¿Dónde está el baño?

-En la esquina, la segunda puerta a la derecha.

Era la única puerta de color verde, cuando entre todo era blanco, el espejo era inmenso, no me lo podía creer, estaba nerviosa no quería entrar allí, sentía miedo. Pero me decidí, yo era una chica fuerte y ese sueño no me iba a evitar entrar al cuarto del chico al que yo quería a mi lado. Quién sabe, hasta podría besarlo.

Salí del baño y me encaminé hacia su habitación.

Mil demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora