Cap 5

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Engfa colgó el teléfono después de poner una expresión de incertidumbre. Y Yoko la miró divertida.

Y: ¿Qué pasó? ¿Quién es?

E: Colgaron la llamada. Era una mujer.

Y: ¿Una mujer? ¿Dijo su nombre?

E: No. Pero me pareció conocida su voz. Bueno... no importa. ¿Te parece si preparo café? Me queda muy bien - le dijo con voz melosa y Yoko no pudo más que reírse.

Y: Bueno... a ver si es cierto.

El resto de la noche la pasaron conociéndose y Yoko se convenció que quizás era mejor olvidar a Faye Peraya y ver cómo avanzaban las cosas con Engfa.

Al final de la noche sí aceptó un beso de despedida, pero no duró lo suficiente.

Después de mucho tiempo, Yoko se metió entre las frías sábanas de su cama y tomó su bolso. Allí encontró la pequeña tarjeta con el número personal de Faye, pensó en llamarla y descartó la idea enseguida.
Faye Peraya Malisorn podía quedarse con su rubia curvilínea y su departamento de soltera.
Enfurruñada se durmió, pero sus sueños no podía controlarlos.

En la mañana se levantó gimiendo por el cansancio y obligó a su cuerpo a irse camino al trabajo. En media jornada recibió la llamada de su amiga.

Y: ¿No tienes otra que hacer con tu vida?

D: Un bebé me quita las energías, pero las recupero enterándome de tus aventuras entre dos mujeres. Además que las noches sin sexo son fatales

Yoko sonrió sin poder evitarlo. Después de contarle lo sucedido el día anterior, Dalia se vio muy afectada.

...Pobre chiquita. De solo pensar que mi
pequeño.. - la voz se le quebró.

Y: Yo pienso que es una niña muy fuerte. Vieras como le cambió el semblante después de que le diera su muñeca. - suspiró - Es una niña encantadora. Y se parece mucho a su mamá.

D: Vaya, ahora eres muy íntima de esa Peraya Malisorn. ¿ Ya te decidiste por ella?

Y: No seas boba. Faye Peraya Malisorn tiene para escoger entre muchas mujeres. Es guapa, rica, exitosa. ¿Por qué se fijaría en alguien insignificante como yo?

D: ¡Te besó! Y te recuerdo que no solo una, dos veces.

Y: Tres

D: ¿Tres? - grito sorprendida y Yoko tuvo que separarse el teléfono por un momento de su oído.

Y: Si. Ayer en el hospital, bueno... técnicamente fueron cuatro, si cuento el beso en la ducha.

D: ¿Ducha? Acaso... ¿Qué está sucediendo con mi puritana amiga?

Yoko suspiró y se sentó en el sillón de profesores.

Y: Creo que estoy confundida - declaró en
rendición.

D: ¿Crees? Amiga estás muy equivocada, lo estás. Jamás te había visto así.

Y: Engfa estuvo en mi casa anoche.

D: Pero bueno, ese par... se van a dedicar a hacerte la existencia imposible?

Y: Me besó también. Y estuve pensando que quizás me conviene olvidarme de Faye y... ¿crees que debo seguir la razón y lanzarme a una relación con Engfa?

D: No te apures. No querrás tomar una mala decisión. El bebé llora, tengo que colgar.

Y: Vale, hablamos luego ...


Inocente Deseo (G¡P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora