Capítulo 4: capitán Hitsugaya y Momo Hinamori ¡lindos!

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Hola, hola una vez más mis queridos y queridas lectoras (como yo jejeje) hentai; ok, lo repito, no necesariamente así pero a mí me encanta molestarlos con eso. ¡Sugoi! Ok y como en este fic se le da gusto a todo aquel que comenta, el día de hoy el turno es para un lector llamado VicenteAlex que me pidió esta pareja; bueno, no específicamente así pero eso fue lo que yo le entendí. Y bueno, gracias VicenteAlex por haber leído y haber comentado. Espero este shot de esta pareja que nunca me había imaginado pero que si me parece muy tierna, te guste. Es con mucho cariño para ti y para todos los que leen.

Bueno, pues la historia es así.

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Un buen día y después de la fiesta que se armó cuando por fin las zanpakuto dejaron de joder y volvieron a la normalidad, estaba Momo Hinamori en una habitación (la cual le traía muchos recuerdos) sentada a la mesa. Mientras esperaba a que el té se le enfriara un poco, no podía dejar de pensar en él. En todo lo que había pasado hacia tanto tiempo esa noche. Siendo una tan despejada y estrellada como aquella en donde se entregó a él y a toda su perversidad, suspiró su nombre sin siquiera pensarlo.

— Capitán Aizen....

Muy sonrojada y algo excitada, recordaba una a una las cosas que le hizo y también las que él le pidió hacer aquella noche que fue tan mágica. De verdad que Aizen era una mierda despreciable pero con todo y eso, ella aun lo amaba. Cosa que a un platinado y mal geniado capitán le irritaba en el alma.

Con los ojos cerrados y reviviendo una a una las sensaciones que ese malvado pero muy atractivo sujeto le hizo sentir, no pudo escuchar ni mucho menos percibir cuando alguien entró.

— ¿Momo? ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? ¿Estás enferma? Estas como un tomate. Seguro tienes fiebre.

— ¡Shiro-chan!— Se levantó de un salto muy asustada por verlo ahí— No, no, no es nada de eso. No te preocupes, Shiro-chan pero por favor para la próxima avisa antes de entrar a una habitación. ¿De acuerdo?

— Maldita sea Momo, carajo. ¿Cuántas veces tengo que decirte que no soy Shiro-chan? Soy capitán Hitsugaya. ¡Capitán Hitsugaya! No me gusta que me digas así. Me haces quedar en ridículo cada vez que lo dices frente a los demás.

— ¿Y por qué?—Se le acerco más y le sonrió como siempre, muy amigablemente— ¿Cuál es el problema con eso, Shiro-chan? Tú eres Shiro-chan. Eres mi mejor amigo y yo...

No se sabía si era por los tragos que se había tomado o por ver como tenía las mejillas Momo pero sin dejar que terminara la oración, uso un shunpo y la tomó por la cintura; acto seguido la miró muy fijamente a los ojos y al igual que estaba el corazón de Momo por su actitud, estaba el de Toshiro por lo que iba a decirle.

— ¿Qué es lo que estás haciendo, Shiro-chan?

— Es que ese el problema, Momo. Yo no quiero que sólo me veas como tu amigo. Quiero que me veas como algo más. Quiero que me mires y suspires como suspiras por el, ¡maldito perro de Aizen! Quiero tener más que tu amistad. Quiero tener tu amor y sobre tu corazón, Momo. Lo quiero todo de ti.

— Pero, pero, Shiro-chan, es decir, capitán Hitsugaya, yo soy mayor que usted y pues....

Sin dejar de abrazarla y sentir su tembloroso y hermoso cuerpo junto al suyo, no pudo ahogar una risa. Era el colmo con Momo, ahora que se había decidido a confesarle sus sentimientos y a abrirle su corazón, entonces ella si había decidido ser formal con él. Pero dejando a un lado la risa y apretándola más contra su pecho sin dejar de mirarla, dijo sin quitarle la mirada ni por un instante, que eso a él no le importaba. Que su edad era lo de menos.

Bleach: serie de one-shots lemonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora