Mi amor...

Cap 1

                                                          Dedicado a PamelSwiftVengeance

_ No me estas oyendo, Zacky

Este estiró las piernas y bostezó.

Claro que le oía.

Había llegado a Mexico el dia anterior y maldita las ganas que tenía de escuchar sermones de su amigo.

_Alcánzame el vaso de whisky, Jimmy -- pidió riendo --¿Quieres dejar de moralizar? No he venido a escucharte, por supuesto. Llegué ayer a México con el fin de tomarme unas vacaciones.

¿Quieres olvidarte de mí y hablarme de Sharon, de tu puesto aqui o del precio de tus cigarros?

_Agitó la mano en el aire con ademán perezoso -- Siéntate Jimmy. Lo que no me explico es cómo diste conmigo, si llegué ayer en la noche.

Jimmy se sentó.

Era un hombre alto y un poco desgarbado, de cabellos rubio obscuros y ojos muy azules.

Contaria a lo sumo unos treinta y tres  y lucía una chamarra de aviador con tres estrellas de capitán.

Cruzó una pierna sobre la otra  y quitando el cigarro de la boca sacudió la ceniza en un cenicero próximo.

Zacky Baker se hallaba perezosamente tendido en un diván. Tenía las piernas extendidas sobre el brazo del mismo y la cabeza apoyada en el otro brazo.

Miraba a su amigo con expresión sarcástica.

_ hace cinco años que no nos vemos, Jimmy. Y el el día que me echas el ojo encima es para hablarme de matrimonio, ¿Quieres olvidarte de eso?

_Los periódicos americanos llegan a mi poder todos los días con algo de retraso, pero te advierto que me entero de muchas cosas--- apunto Jimmy mansamente --. Sé de tus aventuras, de tus éxitos, de tus viajes... No hay un solo periódico que no te nombre alguna vez. Ahora parece que estás para el Premio Pulitzer, pero yo no espero que te lo den.

_ Ni yo-- río divertido el famoso novelista--.

Ni lo espero ni me detendo a pensar en ello, Jimmy.

No soy tan ambicioso como tú. Yo escribo. Dicen que bastante bien.

-Muy bien, Zacky.

-Admitamos que muy bien, pero eso  no significa que tenga que casarme.

-Es que si no te dan el Premio Pulitzer, ten por seguro que debido a tu vida desordenada. Un hombre casado piensa más y mejor. Hace cinco años cuando nos despedimos en tu hermoso piso de la Quinta Avenida, estabas comprometido con una muchacha estupenda. Despues estuviste comprometido cientos de veces, a juzgar por todo lo que he leído de ti. Has ganado premios literarios formidables. Tienes mucho dinero, pero sigues con tu vida moral desordenada. ¿Sabes lo que me decía Sharon ayer por la noche, cuando te vimos en la televisión?

-¡Ah, diablo! Te enteraste por ahí.

-Una personalidad como tú no puede pasar inadvertída en México. Te preguntaron en la televisión dónde te hospedabas y no tuviste reparo en decir que habias alquilado un departamento con el fin de disfrutar tus vacaciones en México el tiempo que consideraras necesario. Fue fácil para mi ir a la Roma  y enterarme de lo demás.

-Bien, ya que estás aquí ¿Que tal Mikey?

-Mis hijos están estupendamente --gruñó Jimmy-- y mi mujer magníficamente intalada en México, y yo encantado de estar aquí. ¿Quieres saber algo más?