En aquellos instantes se olvidó de la revista, de todas las inquietudes que ésta le proporcionaba para pensar tan sólo que era mujer, que iba junto a un hombre muy interesante, y que aquel hombre y su compañía empezaban a hacerle cosquillas en lo más profundo de su tan humano corazón de muchacha sensible y sentimental.
Empezaba a anochecer . Esa sombra suave de la noche cayendo sobre una ciudad brillante y opulenta, produciendo en ambos como una extraña laxitud.
Caminaron absortos a través de las calles, como dos transeúntes más, como una pareja confusa entre miles y miles de parejas que iban de un lado a otro.
-¿Nos sentamos?- preguntó él de pronto.
Pam miró en torno.
Una tenue sonrisa tímida cuadró el dibujo sensual de sus labios.
-¡ No sé ni dónde estamos!
-¡ Que más da! En una plaza pública.
La empujó suavemente hacia un banco solitario, bajo un gran durazno.
- Me gusta -dijo, ayudándola a sentarse.- estar a tu lado en un lugar de éstos. Claro que empiezo a pensar que me gustaría estar contigo dondequiera.
Pam esbozó una cálida sonrisa.
-¿Te ríes de mi?
- No. De mí tan sólo. Esta mañana estuve al pendiente de la venta de la revista. Esta tarde, hasta hace poco me sentí como ligada a un deber de conciencia. ¿Y si hago fracasar a don Braulio? ¿Qué culpa tiene él que yo sea tan audaz y soñadora?
¿Y sus siete hijos, que culpa tienen, asimismo, de que yo me considere una vanidosa superdotada?
-¿Te consideras así?
- Ya no sé. - Pasó los dedos por la frente-. Te aseguro que no lo sé.
Zacky se inclinó hacia ella. La miró avaricioso a los ojos, hasta el extremo de que Pam susurró aturdida:
- No me mires así.
- Me gusta mirarte así. Me gusta bucear en tus ojos canela . Me gusta... estar a tu lado y oír que me tuteas.
Enrojeció.
¡Era para ella tan fácil enrojecer!
Bajo su capa de muchacha audaz se ocultaba, ella lo sabía bien, una chica sensible y temerosa, indecisa y llena de prejuicios.
- Si te digo una cosa - susurró de pronto-.
¿me respetaras?
-¿Respetarte?
- Si. eso he dicho.
- Dila. Pero ten presente que te respeto igual.
- Si buscas en mi un plan o un pasatiempo, te ruego que te alejes. Me estas inquietando. No quisiera enamorarme de ti...
- Me lo dices así.
Ella parpadeó.
-¿Como debo decírtelo? ¿Engañarte? ¿Hacer un papel de coqueta modernista, para luego florar is cartuchos rotos y quemados? Tengo demasiados problemas, Zacky. Montones de ellos. Añadir uno más personal seria... horrible para mi poca tranquilidad.
Es verdad. Se dio cuenta en aquel instante de que lo ignoraba todo de ella. Y lo extraño era que empezaba anhelar saber de ella todos y cada uno de sus misterios, si es que los tenía.
Pero no se le ocurrió averiguarlos-
No hizo preguntas. Se inclinó más hacia ella y súbitamente asío con ansiedad los dedos femeninos .
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Mi amor...
RomanceUn escritor famoso que ya no cree en las mujeres hasta que hace una apuesta con su mejor amigo y por el destino encuentra a su amor perfecto pero todo se derrumba por un secreto inesperado, ella una chica inteligente y joven que lucha por vivir, su...