Mi amor...

Así, empezara todo...2/2

Eran la diez cuando Pam entró en su piso. Abrió y cerró la puerta y cruzó el pasilllo casi corriendo, al tiempo de quitarse la gabardina.

-- Maria--- llamo---. Maria

Una dama de unos sesenta años y pico apareció en la puerta de la cocina.

--Siempre com esas prisas, Pam --ser lamentó la dama--. Cuánto daría yo por ser joven y poder ayudarte.

--Olvídate de eso--río Pam feliz--. He conseguido algunas cosas de la que ayer no tenia ni la menor idea. Oye, ¿ dónde tendré el vestido azul?

Hoy no llueve. Me pondré el vestido azul y el abrigo de ante. Tengo que darme una ducha rápida. ¿ Y Dan?

-Pregunto sin transición, al tiempo de entrar al baño y soltar los grifos de agua--. ¿Lo has llevado al colegio?

-Que te estas mojando, Pam.

-¡ Oh, diablo! Lo primero que haremos el mes próximo será arreglar estos grifos--suspiró al tiempo de desvestirse metida tras el biombo, por encima del cual seguía viendo a  Maria--. ¿Sabes lo que conseguí?

--Ya me lo has dicho ayer, chiquilla. Yo estuve pensando en ello toda la noche. Dime, ¿ crees que dará algún resultado positivo la entrevista?

-Seguro, Don Braulio estaba como loco ayer por la noche. Ya te conté, ¿no?. Fíjate que hasta me abrazó, y yo, con la euforia, me atreví a decirle algunas cosas, como, por ejemplo, la sección de modas. En cambio, pensé meter algún relato interesante  de alguna firma reconocida. Reflexiono mucho. ¿ Sabes lo que me dijo?.

Ya estaba dentro dentro de la bañera. Su voz, a través de la cortina de plástico, sonaba tan optimista que María tuvo miedo de un nuevo fracaso de aquella chiquilla trememdamente valerosa.

- Te dijo que si suprimía la sección de modas  e insertaba un relato te nombraría a ti subdirectora de la revista, con un sueldo esplendido.

- Eso. Estoy como loca.

- Entonces dejarías tus clases clases de ocho a diez, ¿no?

- Tendría que hacerlo  --Suspiro Ana chapoteando en el agua-- y entraría a trabajar  en la redacción a las nueve en punto. Todo mi tiempo seria poco para planear ideas nuevas.

- Si tu hermano levantara la cabeza y te viera...

Tanto como el soñó para ti.

El agua en la bañera se agitó.

- Olvídate de eso. Hoy por unos, mañana por otros.

- Tengo algo que decirte algo. Pame.

Pame río.

Esa risa feliz de la chica que confía en si misma  y si tiene angustias las domina para no angustiar a los demás.

- Dime, María.

- Cuando tu padre murió y tú quedaste en el colegio sin dinero para pagar tu pensión, yo ya vivía aquí con tu hermano y mi hija. Recuerdas, ¿ verdad?

- Ahora que vamos tan bien, que tenemos tantas esperanzas para el futuro, pensar en el pasado, María ...,ni lo sueñes.

Ya estaba ante ella con el cabello empapado y envuelta en una toalla.

Se secó bien, se dio golpecitos en el pecho y después, descalza, fue a meterse tras el biombo. Un suave olor a colonia de baño lo invadió todo.