Mi amor...

¿AMOR O CONFUSIÓN?

-Sí; ¿no te sientes con fuerzas para ser mi esposa?

Pam se detuvo.

Había en sus pupilas un suave reproche.

- Siempre detesté a las chicas a las chicas que jugaban al amor. Que creían en las promesas de los hombres...

Y ahora soy yo el que esta cayendo en el tópico absurdo.

- No es tópico el amor, Pam. Es algo que lo toca muy de cerca, pero que no cae nunca en plena vulgaridad. Y ésa es la medida exacta. La justa situación airosa.

- Olvidemos eso.

-¿Los besos que te di ?

- Y las promesa que haces para pagar ese goce fugaz.

- Para mi no fue un goce fugaz.

Caminaban a lo largo de la plaza. Se internaban en las calles populosas. Una pareja entre las miles de ella. Pero no era igual. Algo trascendente se estaba dilucidando allí. Algo profundo y verdadero, aunque ellos, en aquel instante, apenas si se dieran cuenta.

- Todos lo hombres dicen lo mismo.

- No tienes derecho a hablar así, puesto que desconoces a los hombres, y de ello he tenido la evidencia yo mismo hace un instante.

La agarraba del brazo. Sus dedos iban por aquel brazo  hasta enredarse en los debiles y suaves dedos de Pam.

- Pam.

- SÍ.

- Estas triste.

- Arrepentida-

- ¿De dejarte besar?

- De salir contigo. ¿Para que ?

- ¿No sabes creer en mi?

- Empezó todo así..., a lo tonto... ¿Qué puede ofrecerle yo a un hombre como tú? Mi ingenuidad.

- Lo eres mucho para el amor.

- La parte más esencial en la vida de una mujer.

- Me gusta tu ingenuidad. Tu falta de mundo. 

Y me gusta la aventura que estás corriendo para defender el pan.

Es como una necesidad. 

- ¿Y tus padres?

- No los tengo.

- Es cierto. No se nada de ti. Yo tampoco tengo padres. Tengo amigos, solo eso. Grandes amigos que temen por ti.

Pam se detuvo. Volvió un poco la cabeza, y al hacerlo, los dedos de Zacky, como empujados por una fuerza superior, le acariciaron el rostro.

-¿Que haces?

- Me gusta hacerlo.

- Nos..., nos...- titubeó un poco-. Nos van a ver.

-¿Y que importa? Nos verán tantas veces... En el futuro no voy a poder estar sin ti.

- Un hombre como tú..., conmigo...

-¿No es asombroso? Adiestrar  ala niña tímida, ingenua, sin experiencia en el amor. ¿Sabes?- río como si de pronto se sintiera el hombre más feliz del mundo-. Me gustaría que te dejaras guiar. Nunca has tenido novio...¿No quieres ser mi novia? 

- Zacky...- se agitó-. Olvídate de eso. ¡Somos tan distintos! ¿Por qué dices que tus amigos temen por mi? ¿Que saben ellos de mi?

- Recuerda el día que fuiste a mi apartamento.