Buenos días, Lisandro (CUTILICHA)

Remedio.

- Mmm.

Polito se acurrucó contra Lisandro, lloriqueando al verlo débil. Al maestro se le olvidó el pequeño detalle de que los indios no se congelaban las patas ni estaban rodeados de gurises resfriados toda una semana. Después del acto, aguantó lo que pudo al ser contagiado por sus alumnitos, pero la gripe le terminó ganando.

Y para empeorar las cosas, terminó en cama justo el viernes treinta y uno. Esa mañana, como pudo se estiró en el colchón y buscó su teléfono, sus ojos entreabiertos dificultándole encontrar el contacto de su vicedirector.

- Nicolás,- Habló una vez el otro atendió la llamada- No voy al jardín hoy.

- Eeeeh.- Por suerte alguien que se tomaba muy en serio las cosas era Nico.- ¿Te pasó por encima un camión?

- Dale pelotudo.- El rubio tosió.- Descontame, hubiera ido si no fuera que me estoy muriendo.

- Se nota.- Lisandro juraba que podía sentir la cara burlona de Nicolás, de esas que te generaban ganas de golpearlo.- ¿Necesitás algo?

- Voy a estar bien. Estamos echados con Polito en la cama.

- Mmm. Bueno. Cualquier cosa me avisás a mi o a Muri, ¿Sí? Sabés que dejamos todo para ir a ayudarte.

- Gracias. ¿Viste que sos un amigazo cuando te tomás las cosas en serio?

- Fua, qué susceptible.- Dijo Nico en un tono irónico.- Encima que te pregunto...

- Yo también te quiero. Que tengas lindo día.

- Lisan-

Cortó la llamada antes de que su amigo terminara su respuesta. Con malestar en su garganta y su nariz, se revolvió entre las colchas entre quejidos, pensando en la siguiente persona a la que debía hablarle: Cristian.

Muy por dentro se sentía culpable. Tuvo toda la semana para enfermarse; de hecho, podría haber estado tranquilo incluso con el resfrío, pero justo tenía que engriparse la mañana del día en que iba a salir con el cordobés. Tenía malestar en todo el cuerpo, su garganta hinchada, su nariz tapada y su boca entreabierta para dejarlo respirar, ni hablar de la sensación abombada en su cabeza, detrás de sus ojos. No se podía ser más yeta.

Abrazando a Polito con un brazo, buscó el contacto del morocho. Por un segundo pensó en llamarlo, pero para no molestarlo a esa hora, mejor sería mandarle un mensaje.
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Lisandro - 8:54

Buen dia Cris. Como estás?

Disculpame la hora, esta noche no voy a poder salir :(

Estoy muy muy enfermo, me agarró gripe

Lo dejamos para otro día te parece?
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Con el corazón pesado, apagó la pantalla del teléfono esperando una respuesta. Comprendía si Cristian ya no quería armar otra salida, pensaba que seguramente ya lo había decepcionado por no poder revivir para verlo aunque sea por un minuto, y que planearía en sacar a Valentino del jardín para no verle más la cara, porque su cabeza era rápida en ir por un espiral de malos pensamientos.

Iba a seguir hundiéndose en su miseria hasta que el celular vibró.

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Cristian  - 9:08

No pasa nada, Licha

Con razón no te vi en el jardin jajaja

Como te sentis?

Tomaste algo?
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