ᵃ ˡᵘᶜᵏʸ ᵏⁱˢˢ; ᵖᵃʳᵗᵉ ᵈⁱᵉᶻ

93 14 2
                                    

Viajar durante la noche no es mi cosa favorita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Viajar durante la noche no es mi cosa favorita. Me causaba un poco de temor. Un viaje en auto, avión o autobús, si este era durante la noche yo estaría en alerta a cada minuto.

Pero mamá quería aprovechar hasta el último rayo de sol antes de que terminaran las vacaciones y no le gustaba tanta gente en el aeropuerto, así que viajar de noche era perfecto para ella.

Para mí era estar preocupada por si me moriría en el avión y preocupada por un Oliver que, extrañamente, aún tiene demasiada energía.

—¿Podí quedarte tranquilo un rato? —pido. —Me tení mareada.

Me da una mirada, pero me ignora de inmediato y sigue dando vueltas alrededor de su maleta. Está jugando con un avión que mamá le compró hoy.

—Deja que gaste toda su energía ahora. —dice mamá. —Así se va tranquilo en el avión.

Quiero discutir con ella, pero sé que no es una buena idea, ya está lo suficientemente estresada como para discutir conmigo, y si soy sincera, mis ganas de discutir solo son una forma de distraer los pensamientos que rondan en mi cabeza; me siento triste, no puedo evitarlo.   

Voy a extrañar los besos nocturnos. 

Se siente un poco como una despedida eterna; Oikawa llegará en cualquier momento, quiero abrazarlo y sentir su olor, pero eso significa no querer dejarlo ir y más tristeza para mí. Estoy siendo demasiado sentimental. 

Pero cuando logro reconocerlo a la distancia no puedo evitar que una sonrisa se forme en mis labios. Él apresura el paso cuando me ve y me envuelve en sus brazos cuando está frente a mí. Acaricio su ancha espalda sintiendo cada músculo bajo mi tacto y escucho latir su corazón con fuerza, el mío late igual. 

—¿No te parece algo irónico que nuestra despedida sea en la noche? —susurro levantando mi rostro para verlo, él me mira intrigado. —Como cuando nos conocimos.

—Esta no es una despedida. —recalca dejándolo en claro para ambos. —Es un hasta pronto.

—Cierto.

—No vas a lograr deshacerte de mí. —afirma haciéndome reír. —Ya me tendrás en Chile molestándote. Ya lo verás, será antes de lo que imaginás.

—Espero que sea pronto. —confieso. Mis palabras parecen hacerlo feliz. —Aunque espero que no me molestes, tengo suficiente con mi hermano.

—Formaré una alianza con él para molestarte.

—Por favor no. —pido fingiendo horror ante la idea, pero la verdad es que esa imagen se ve adorable en mi cabeza. —No voy a poder luchar contra dos monstruos como ustedes, me parece algo injusto. 

—Lo siento. —niega con la cabeza. —No puedo defraudar a mi mayor fan.

—Van a volverme loca.

Ríe ante mis quejas y la nostalgia aparece incluso antes de que me haya ido; realmente voy a extrañarlo. Me regaño a mí misma por no haber aprovechado bien el tiempo, debí haberlo besado más la primera noche e invitarlo a más salidas, quizás a almorzar, Oliver y mi madre no se hubieran quejado. 

Mantengo mi mirada en sus ojos cafés, siempre han tenido un brillo hermoso. Quiero mirarlos durante lo que queda de la noche. Estoy demasiado triste para evitar las palabras cursis.

—Tú me vuelves loco con tu deslumbrante belleza. —dice cosas tiernas para mostrarse tranquilo.

Oikawa luce mucho más relajado que yo, quisiera tener su capacidad para demostrar esa calma.

—Qué cursi eres. —me quejo, pero mi corazón se acelera por sus palabras.

—Te gusta que te diga cosas cursis.

—Tienes razón. —admito. No sirve contradecirlo ahora, me derrito de ternura cada vez que es empalagoso conmigo. —Me gusta cuando dices cosas cursis, cuando me dices cosas cursis. 

—No sé cómo responder a eso. —finge sorpresa. —Me estás dando la razón, wow, ¿qué privilegio he ganado?

—El privilegio de ser el chico que me gusta. 

Ahora si luce sorprendido, como si esta "confesión" realmente lo tomara por sorpresa. Me causa ternura su reacción, pero no puedo evitar confesarle eso. Oikawa realmente me gusta, muchísimo más de lo que llegué a pensar que me gustaría. 

Como si lo demás desapareciera mis labios se encontraron con los de Oikawa en un beso. Es un beso dulce y sin prisas, como si estuviera intentando decir que no hay nada de lo que tengamos que preocuparnos, que aún nos queda todo el tiempo del mundo. 

—Sos lo mejor del verano. —confiesa. Su mirada intensa me hace estremecer. —Y lo mejor del futuro.

¿demasiado cursi? ¿un poquito triste?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿demasiado cursi? ¿un poquito triste?

—Nicte

𝙖 𝙇𝙪𝙘𝙠𝙮 𝙆𝙞𝙨𝙨 |𝖮𝗂𝗄𝖺𝗐𝖺 𝖳𝗈𝗈𝗋𝗎| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora