28 de julio de 1997
Por la tarde me llama Cristian. Quiere confesarme que tiene novia.
-¿Y qué? No estoy celosa.Se ha quedado tan mudo al oír mi sosegada respuesta que hasta he tenido que preguntarle si seguía al teléfono.
-Sí, estoy aquí -me comenta con la voz bajísima
-. No pensaba que ibas a reaccionar así.
-¿Por qué no? ¿Qué hubieses preferido? ¿Que me pusiera a gritar y llorar, pidiéndote
que dejaras a tu novia por mí?
-Pues sí, algo por el estilo. Todo menos la reacción que acabas de tener.
Está decepcionado. A cualquier persona le gusta saber que alguien se ha enamorado de ella, incluso si no es recíproco, pero mi reacción no ha sido la propia de una mujer loca de amor.
-Pues no lo voy a hacer. Jamás te pregunté si estabas libre. Es tu problema, no el mío.
-Es que no quiero depender sexualmente de alguien, y me da miedo que nos veamos cada vez más. Yo estoy enamorado de mi novia, y no quiero perderla. No puedo contener la risa.
-Estás enamorado pero follas con otra.
-SI, ¡lo sé, lo sé! Por eso me siento mal y prefiero poner fin a esto. En el fondo, me das miedo. Acaba de anunciarme que ha decidido dejar de verme. Comprendo que lo que le da
miedo no soy yo, sino sus propios impulsos. No quiere enfrentarse con lo que es realmente, y después de su pequeño desliz conmigo ha elegido dejar de lado sus aventuras.
Respeto su decisión, lo que no apruebo es la manera que ha utilizado para anunciármela. Es miserable hacer eso por teléfono.30 de julio de 1997
Me da igual lo de Cristian, porque me he fijado en un agente de policía que hace guardia delante de la comisaría al lado de mi casa. Ya me ha regalado su mejor sonrisa y cada vez que paso me observa, tan elegante con su uniforme, el cuello apretado por los dos botones de una camisa demasiado estrecha. Creo que le gusto y que le despierto algo. El agente, que dice llamarse Toni, es un tipo más pequeño que yo, con el pelo moreno cortísimo. Está siempre muy erguido delante de la puerta, y su caja torácica parece poner de relieve, debajo del uniforme, un cuerpo potente y fibroso. La única muestra de debilidad de Toni es una divertida peca que se ha colocado cómodamente al lado de su labio superior derecho.
Cuando le dejo mi número de teléfono, la pequita del agente se levanta, desplazada por las líneas que expresan una sonrisa sincera.8 de agosto de 1997
Esta noche, me llevo al policía a la cama. Paso toda la noche con él, hacemos el amor varias veces, en su pequeña habitación sin muebles, pero provista con una preciosa alfombra sobre la que Toni deja sus pesas de musculación. De vez en cuando, cierra los ojos para no ser testigo de su propio pecado, y se tapa hasta las orejas.
Sobre las cinco de la mañana, me despierta el agua del grifo del cuarto de baño. Me doy la vuelta en la cama y, al encontrarme sola, levanto la cabeza y distingo una luz debajo de la puerta y la sombra de Toni encerrado dentro. No me muevo. Sale, intentando no hacer ruido, y cuando se vuelve a acostar a mi lado llega hasta mi nariz el olor del esperma que se ha derramado encima de las sábanas. Ese olor insistente que yo he probado con la puntita de mi lengua. Ese mismo olor que se ha puesto a quemar mi esófago. Invadida por una especie de vergüenza repentina que no sé disimular, retengo mi respiración y me pongo a bucear entre las sábanas, hasta despertarme por la mañana al final de la cama, enrollada como un salchichón.10 de septiembre de 1997
He pasado todo el verano con Toni, pero nuestra historia ya se ha acabado porque le han trasladado a Málaga. Había hecho su solicitud hace unos cuantos meses para estar cerca de su familia, que es de Andalucía, y se la han aceptado. Me alegro mucho por él. Ya he encontrado un trabajo un poco aburrido de traductora free lance a través de un anuncio que he puesto, el cual me permite salir adelante sin tener que tocar mis ahorros. Es mejor que nada, pero me gustarla encontrar otra cosa. Empiezo a tener ganas de moverme.
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DIARIO DE UNA NINFOMANA
Romancees el conmovedor relato de una mujer francesa, de buena familia, licenciada en dirección de empresas, que narra su evolución vital a través de las relaciones sexuales que va teniendo: con los sepultureros de un cementerio, con un árabe «muy aficiona...