CAPÍTULO CATORCE: LA AUTOPISTA.

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La ruta estaba tranquila y todos avanzaban con tranquilidad, no habían tenido ningún inconveniente en todo el camino y no había ningún zombi a la vista.

-¿Paula cuando entraremos en Entre Ríos?-le gritó Ezequiel a Paula.

-Estaremos en un momento, faltan unos kilómetros-contestó Paula.

-¿Cómo esta Camila?-preguntó Verónica mirando a Alicia que estaba en el asiento trasero de la camioneta.

-Sigue con fiebre-dijo Alicia tocándole la frente.

-Espero que lleguemos pronto-dijo Verónica.

En la parte de la atrás de la camioneta todos iban callados y viendo el panorama a su alrededor. Siguieron avanzando por un par de kilómetros y cuando se dieron cuenta ya estaban en la autopista.

-¿Qué es eso que hay allí adelante?-preguntó Facundo mirando lo que había varios metros más adelante.

-Parecen que son autos-dijo Lucas también mirando-. Están parados.

Cuando llegaron hacía el lugar donde estaban todos los autos se encontraron con el problema de que los autos que tenían delante ocupaban toda la autopista, era evidente que las personas que habían estado en la autopista cuando todo comenzó se habían bajado de los autos y habían seguido a pie.

-¿Cómo haremos para pasar si están todos estos autos aquí?-preguntó Paula una vez que apago la camioneta.

-Bajemos de la camioneta-indicó Ezequiel-. Manténganse todos juntos y ante cualquier movimiento que detecten avisen a los demás.

Todos habían bajado de la camioneta, Camila que estaba un poco mejor se apoyó en sus muletas y comenzó a acomodarse.

-¿Qué habrá pasado aquí?-preguntó Lucas.

-Por lo que creo allí adelante hay una frontera, si se puede decir, todos habrán salido de sus autos y seguirían con la intención de seguir a pie, no sabremos si fue posible, para eso tenemos que seguir hacia adelante-explicó Facundo.

-¿No es peligroso?-preguntó Cecilia-. No sabemos si hay zombis por ahí.

-Sí, es peligroso y para eso tenemos que estar alertas con todo lo que pueda llegar a pasar-dijo Verónica-. ¿Seguiremos a pie?

-Es lo mejor, no podremos pasar por todos estos autos de otra forma. Si encontramos otro auto en el algún momento lo usaremos-explicó Ezequiel que ya estaba agarrando su bolso de la camioneta.

Todos prepararon sus armas, recogieron sus mochilas y formaron un círculo como formaban siempre y comenzaron a avanzar por entre los autos.

-Creo que lo mejor que podemos hacer es que alguien vigile desde un punto alto y los demás revisen los autos, puede ser que encontremos agua y comida-sugirió Ezequiel.

-Creo que está bien, tú tienes mejor puntería-dijo Paula mirando a Ezequiel-. Vigila desde lo alto y se vez algo extraño avísanos con una seña.

Ezequiel buscó algún lugar de donde vigilar y vio que había una casa rodante donde se podía subir, cuando logró subir les dijo a los demás donde estaban y una vez que sabían dónde estaba, comenzaron a separarse por grupos y se metieron por entre todos los autos para ver si encontraban algo.

Cuando comenzaron a caminar por entre los autos, en seguida se dieron cuenta de que los autos no estaban vacíos si no que estaban con gente adentro pero estas personas que estaban dentro de los autos no eran como ellos, es decir que ya estaban mordidas. Todos se miraron asustados, porque sin decir nada todos entendieron que allí también el virus había llegado y que era mejor no hacer ruido para no llamar la atención de los zombis.

EL PRINCIPIO DEL FIN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora