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CAPÍTULO IV

El retorno al castillo fue más tranquilo de lo que esperaba, conocía tan bien ese lugar que le fue sencillo infiltrarse a la biblioteca.

Antes de organizar grupos de búsqueda, quería cerciorarse de tener opciones concretas de la ubicación del rey.

Después de todo, él seguía estando a la cabeza de los caballeros, únicamente por debajo del monarca.

Tras indagar entre varios libros y pergaminos, encontró la respuesta que tanto esperaba. Aquellos parajes tan fantásticos que vió en la visión pertenecían a un lugar en particular.

Satisfecho con el resultado, tomó la evidencia necesaria que sustentaba su hipótesis y se dirigió al salón que contenía la legendaria mesa redonda, tal y como lo esperaba, los leales caballeros se encontraban ahí reunidos.

—Ya buscamos por toda la zona este, oeste y sur del reino.— Sir Galahad reportaba lo que él y sus tropas avanzaron esos días— Indagamos a cada ser con el que nos topamos y la respuesta era la misma. Solo nos queda aguardar por el retorno del grupo que fue al norte.

—Pierden su tiempo.

Con el mismo tono sereno de siempre, Lancelot tomó la palabra en la conversación, tendiendo en la mesa la colección de pergaminos que llevaba consigo.

Los caballeros que se encontraban en la junta dieron un paso hacia atrás, era difícil saber cómo reaccionar en esa situación. Si bien eran conscientes de que Sir Lancelot era su superior, algunos no sentían la confianza de escuchar al único ser que pudo acercarse tanto al rey como para atacarlo con la guardia baja.

—El rey se encuentra en Avalon— la seguridad en su voz era muestra de la veracidad de su afirmación— Se qué es una Isla que solo existe en los relatos más míticos del reino. Pero tengo una fuerte corazonada de que ese es el lugar que debemos encontrar.

—¿Y esperas que te sigamos ciegamente o algo así?— El primero en mostrar su descontento fue Sir Gawain, aquel equidna intrépido que nunca gustó de estar bajo el mando de Lancelot— Me sorprende que tengas la osadía de volver a mostrarte en el castillo.

Era una actitud tan hostil a la que el caballero del lago ya estaba muy acostumbrado, solo lo ignoraba, si tenía de su lado a los demás la opinión del equidna no era ninguna preocupación.

—Espero que podamos organizar grupos orientados a encontrar pistas de esta Isla. Percival, cuento contigo para que comuniques a todo caballero del reino, usa los puntos estratégicos y las técnicas que practicamos. Mientras, Galahad irá a Gales, necesitamos toda la ayuda posible. Lamorak y Gawain continuarán las rondas por el reino, me uniré a ustedes cuando termine de reunir más información.

Su profesionalismo era de admirar, parecía tener todo bajo control. Sin embargo, lo único que nunca podría manejar era la voluntad y predisposición de sus compañeros, ese siempre era el punto más fuerte del rey, lograr que todos lo sigan incondicionalmente.

—Lancelot, no creo que sea buena idea.— La única dama que formaba parte de ese grupo tan selecto se pronunció a voz de la razón— Es imprudente mover a todo el reino y sus colindantes para buscar un lugar que no es más que una simple leyenda.

—Es más que eso, yo sé que está ahí.

Aunque siempre serena, esta vez no pudo evitar flaquear su mirada a una de preocupación, Percival era parte de aquellos que habían aceptado genuinamente a Lancelot como parte importante del reino, pero ahora está situación no le favorecía en nada. Él era el principal sospechoso detrás de la desaparición del rey y era cuestión de tiempo para que los caballeros que seguían a Gawain llegaran para arrestarlo.