Prólogo

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Mami me había llevado al mercado ese día.

Estaba perfecto el día.

Mi mami se aferraba firmemente a mi manga para que no me perdiera entre tantas personas.

Yo sonreía ampliamente.

"Shizuka, por favor no te quedes atrás." Dijo mi madre, jalándome con más fuerza.

"¡Voy mami!" Le respondí alegremente y aceleré el ritmo de mis pasos.

Nos páramos en frente del estante de frutas que parecía ser atendido por un señor de mucho volumen en su panza.

El señor y mi mami hablaban sin parar y la paciencia se me estaba agotando.

De pronto, alguien agarró mi cintura y me levantó con fuerza. Emití un grito ahogado y miré a la persona que me cargaba.

Era extremadamente obesa, traía un exceso de maquillaje que la hacía lucir como un payaso y su cabello era corto de un color dorado. Sus ojos estaban cubiertos por un par de anteojos oscuros de color morado.

"Disculpe, pero mi mami queda del otro lado." Dije mientras veía que mi mamá se alejaba más y más.

"Oh, no. De ahora en adelante yo soy tú mamá. Pero me puedes decir ama." Ella me respondió. Yo fruncí el ceño.

"Pe-pero... Yo no quiero una nueva mami. La que tengo me gusta mucho."

"Oh, te aseguro que yo te agradaré mejor. Llegando a casa te enseñaré a jugar algo muy divertido." Una vez que las palabras entraron en mis oídos mis ojos se iluminaron de emoción.

"¡Eso suena muy divertido!" Le respondí alegremente. Ama respondió con una ligera risa.

"Eso... Te lo aseguro."

El gato de sonrisa descompuesta (Detenida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora