Capitulo 15

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Te salvé de la oscuridad sin darme cuenta que esa misma oscuridad podría estar atrapándonos a ambas.

Te salvé de la oscuridad sin darme cuenta que esa misma oscuridad podría estar atrapándonos a ambas

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—Nunca creí que nos harías volar con un gabinete político. —susurra Kaelan, los tres experimentos caminan de un lado a otro nerviosos.

Esto era lo único que logre conseguir a última hora, el equipo de Jackson estaba en Londres, habían logrado activar los rastreadores, fui más astuta y logre desviar la conexión, deben creer que vamos a Moscú, cuando nuestra siguiente parada es Nueva York.

—Siempre hay una primera vez…

Ninguno de los hombres trajeados nos mira siquiera, me alegra que nos estén ignorando. Bostezo sacando todo el aire retenido en mis pulmones, me estaba pasando factura al final las noches de desvelo en la isla. Los ojos me pesan, el cuerpo me duele.

Kaelan sigue hablando, todo a mi alrededor se vuelve borroso, me estiro en mi asiento, y en busca de una pose cómoda, termino de cerrar los ojos.

No se cuanto tiempo pasa, pero el jet esta en la pista, miro a mi alrededor, los tres están en la puerta impacientes, suspiro, tomo mi celular para contactar con…

—Mas te vale tener una buena explicación a todo esto, Roxanne. —muerdo mi labio inferior, la abuela de Tatiana estaba aquí, se había enterado. Esa mujer era como el cielo y la tierra, estaba en todos lados.

—¿Tienes una camioneta lo suficientemente grande para… ellos? —señale a los hermanos.

—Que caminen. —coloco su fino bolso en su palma, mientras los miraba de reojo bajando sus lentes levemente. Miro hacia afuera, es de noche.

—Tu madre esta ocupada en un evento, tienes suerte de lo contrario te tundía en preguntas. Eres todo una joyita para los británicos, mas te vale avanzar. — chasqueo los dedos y sus hombres bajaron a Zeus con cuidado. —quiero el mejor veterinario en casa lo mas pronto posible. ¡Rápido!

Los seguí hasta la salida, bajamos y los tres experimentos venían tras de mí, tres camionetas negras nos encontraron en la salida, la abuela de Tatiana subió a una camioneta negra y nosotros fuimos a otra, durante todo el camino me cuestioné como dio con mi paradero, estaba viajando en cubierto con pasaportes falsos.

Llegamos a su mansión a las afueras de Nueva York, entramos y los primeros en recibirnos son tres veterinarios. Estoy a punto de ir tras ellos, pero la abuela me detiene.

—Dúchate, come, y ve a mi despacho, debemos hablar de algo urgente. — dio tres pasos pero la detuve de la misma manera.

—Es sobre ellos. —. Señale a los hermanos. — Si es así, dímelo en la cara, quieres que los entregue, ¿Verdad?

EL PRECIO DEL ENGAÑÓ| BORRADOR SIN EDITAR|+21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora