Percy Jackson, la encarnación de la esperanza -COMPLETO-

Capítulo 61: La Instalación. (Vínculo sobre tiro con arco)

"Percy, vamos!" Dijo Artemisa, cruzando los brazos.

Se habían alejado del campamento para que Percy pudiera practicar su tiro con arco en paz, porque si el resto de los cazadores estaban cerca, podrían oler las terribles habilidades del arco.

Ajustó su postura. "Lo estoy intentando, ¿de acuerdo? Siempre he chupado esto."

Dejó volar la flecha y golpeó el suelo directamente debajo del objetivo. Percy suspiró y dejó caer sus brazos. Se volvió hacia Artemisa, que lo estaba mirando, decepcionado.

"Tienes que aprender a usar el arco", dijo. "Ahora eres parte de la caza."

"La única vez que disparé con un arco fue cuando Hera respondió a una oración", dijo Percy. "Es literalmente mi peor arma. Estoy bastante seguro de que estoy maldito."

Artemisa se frotó el puente de su nariz. "Solo... vuelve a la posición."

Con un encogimiento de hombros, Percy entró en posición de nuevo, encadenando la flecha hacia atrás. Apuntó, y luego...

"Detente y mantén esa posición", dijo Artemis.

Ella caminó hacia adelante y comenzó a corregir su posición con sus manos.

"La mano sube, la barbilla baja, no te inclines hacia atrás, y por el bien de Zeus, no inclines tu pie como th"

"Hey Arty?" Preguntó percy.

Artemisa inmediatamente se congeló, mirando lentamente a los ojos de Percy, un resplandor en su rostro.

"Qué te dije sobre ese apodo?" Ella preguntó amenazadoramente.

Percy tragó. "No para usarlo, de lo contrario se agregaría a la población de conejos. Es sólo... Estás muy cerca."

Artemis se alejó de él, dándose cuenta de que ella había estado demasiado cerca, sospechosamente.

Un rubor claro adornaba sus rasgos. "Bien, mi mal. Uhm... Dispara el tiro."

Percy miró hacia atrás al objetivo y disparó. La flecha voló más y más y más y más y..

"QUÉ?" Artemisa lloró. ¡"Eso fue perfecto! Cómo lo hizo -"

Percy se encogió de hombros. "Adivino que necesito más práctica."

Artemisa le pisoteó y agarró el arco. "No hoy. Si en realidad estás maldito, como parece que lo estás, no quiero que uses mi arco."

Percy miró el arco con los ojos muy abiertos. "Ese es TU arco?"

"Por supuesto", dijo Artemis, dándose cuenta de su error.

Percy sonrió. "Me dejas, un hombre, de todas las personas, usar tu símbolo piadoso para practicar?"

"No lo leo!" Artemisa dijo, empezando a sonrojarse de nuevo.

"El odiador de hombres comienza a gustarme?" Percy bromeó.

Artemisa resopló. "Te dije que cuando te uniste no tenía problemas contigo, ¿por qué es tan divertido para ti?"

Percy se rió entre dientes. "Quién sabe. Simplemente lo es."

Artemisa lo golpeó ligeramente en el hombro. "Además, incluso si quería que continúes entrenando, es casi la cena."

Percy sonrió cuando comenzaron a caminar de regreso hacia el campamento. "No puedo esperar a mi cocina?"