Magnetic. [✓]

３１. Víspera de Navidad

Sí, capítulo de NAVIDAD en víspera de año nuevo.

Con sorpresa incluida.

Eso me pasa por querer ser perfeccionista en los años en que pasaron estos sucesos.

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Víspera de Navidad de 1973. Haerin miraba por la ventana de la casa, observando cómo la nieve cubría la arena de la playa y los tejados cercanos. Era un paisaje inusual, casi mágico, que hacía que todo se sintiera como sacado de un sueño. Sin embargo, lo que más la emocionaba no era el clima, sino el hecho de estar allí, compartiendo esas fechas con nada menos que John Lennon. A veces, le parecía irreal. ¿Cómo había terminado ella aquí, con uno de los hombres más influyentes del mundo, justo en la época más especial del año?

El teléfono en la mesa del salón sonaba suavemente, y Haerin lo había tomado para llamar a su madre. Era un intento de sentirse más conectada con su familia en medio de la distancia. Hablaron unos minutos, compartiendo risas y deseos navideños.

Pero cuando mencionó que no podría visitarlos debido a la tormenta de nieve que bloqueaba los caminos, su madre intentó ocultar la decepción en su voz.

—Lo entiendo, querida. Lo importante es que estás bien y que tienes buena compañía. Feliz Navidad, mi niña.

—Feliz Navidad, mamá—respondió Haerin, esforzándose por mantener un tono alegre mientras colgaba.

Justo en ese momento, John apareció en la sala, sacudiendo un poco de nieve de su abrigo. Llevaba las llaves del auto en la mano, como si hubiera estado considerando alguna loca idea de intentar llevarla a su familia, a pesar de la tormenta.

Pero al ver la tristeza en el rostro de Haerin, se detuvo en seco.

Sin decir nada, dejó las llaves sobre la mesa y se acercó a ella. Sus brazos la envolvieron en un abrazo cálido, y Haerin, incapaz de contenerse, apoyó la cabeza en su pecho. El ritmo constante de su corazón era reconfortante, casi como una canción que solo ellos podían escuchar.

—Lo siento tanto, amor—murmuró John, acariciando suavemente su cabello. —Sé cuánto querías estar con ellos.

Haerin suspiró, tratando de no dejar que las lágrimas cayeran.

—Está bien. Estoy aquí contigo, y eso también es especial.

John se separó lo suficiente para mirarla a los ojos, con esa sonrisa suya que siempre lograba hacerla sentir mejor.

—Haré que esta sea la mejor Navidad, te lo prometo.

Ella sonrió débilmente, y él tomó su rostro entre las manos.

—Además, ¿cuántas personas pueden decir que pasaron la víspera de Navidad con el gran John Lennon?

Ambos rieron suavemente, rompiendo un poco la tensión.

—Voy a preparar algo caliente para los dos. Y luego… bueno, veremos qué otras sorpresas nos trae esta noche.

Haerin asintió, sintiéndose un poco más ligera. Mientras John se dirigía a la cocina, la nieve seguía cayendo afuera, cubriendo todo con un manto blanco y silencioso. A pesar de la tristeza inicial, la calidez que sentía en ese hogar junto a John hacía que todo fuera más llevadero.