777 Sensaciones -Wigetta-

Lujuria

Guillermo no podía aguantar más, Samuel estimulaba su entrada con un vibrador que movía circularmente solo de manera superficial, por más que el menor se moviera Samuel no dejaba que el objeto entrara en ese estrecho agujero.

—Quiero... ¡Ah!—Guillermo intentó expresar su ansiedad, pero un sonoro gemido aplacó sus palabras, Samuel sonreía juguetonamente y miraba al menor con una lujuria contenida por haber deseado durante mucho tiempo cumplir una de sus más íntimas fantasías sexuales.

—Hmm...me correré solo mirándote así—dijo Samuel con un tono de voz más bajo de lo normal en el oído de su novio, le encantaba y le encendía en sobremanera ver a Guillermo queriendo más, deseando que por fin el jugueteo acabase y que dejara de destrozarle la mente por la cantidad de placer que le provocaba el ser estimulado de esa forma.

Pero eso solo era un preámbulo de la cantidad de cosas que Samuel tenía en mente para esa noche.

—Samu...—gimió Guillermo cuando sintió el frío de un objeto metálico que lo rozaba delicadamente a la altura del pecho, muy tarde se dio cuenta de que se trataba de unas esposas, pero cuando lo hizo ya estaba atado de manos sobre su cabeza y el vibrador que tenía en su entrada fue introducido con cuidado, penetrándolo lentamente, inundándolo de tantas y deliciosas sensaciones.

Samuel sin dejar lo que hacía, con su mano libre la pasó por la frente del menor, arrastrando los sudorosos cabellos de este hacia atrás, haciendo que Guillermo moviera la cabeza mirándolo por fin a los ojos. El mayor se deleitó como nunca con aquella vista, Guillermo tenía un brillo de lujuria en sus ojos mientras inconscientemente se relamía el labio inferior acallando por un momento los gemidos, tentando a Samuel a desear aún más de ese exquisito fruto prohibido que tenía enfrente.