Festival

Capítulo 6

Caminamos tomados de la mano en medio de la multitud hasta llegar al escenario cuatro, donde Sam había visto a Jake por última vez. Fuimos hasta un lugar alto para poder mirar a la gente con más claridad pero no habían rastros de él.

-Samuel, dónde fue el lugar exacto donde viste a tu padre por última vez?- Sam apuntó a las puertas del escenario. -Ven conmigo.- Sam tomó mi mano y me acompañó hasta un pequeño lugar donde vendían bebidas. Les pregunté por lápiz y papel y me entregaron una boleta, escribí lo más grande que pude y lo marqué lo más negro sin rasgar el papel. "Jake, encontré a Sam, te buscaremos..." Miré mi celular para chequear la hora. Las dos de la tarde. "Desde las 5 estaremos aquí mismo. Anastasia." Puse la nota en la reja en altura rezando para que lo viera.

Tomé a Sam en mis brazos para calmar su evidente frustración mientras revisaba la pequeña revista donde salía un mapa del lugar. No pensé en otro plan que comenzar desde el principio y revisar todo hasta el escenario final. Acomodé a Samuel en mi espalda y comenzamos a caminar.

Mientras caminábamos Samuel me contaba sobre sus amigos, como era su casa y cada una de sus mascotas, y cuando se callaba le preguntaba otra cosa para que se emocionara y siguiera hablando, pues así no pensaría en lo que estaba pasando. Me contó como su padre y su madre se habían separado cuando el tenía tres años y no recordaba mucho, pero que su padre siempre había estado un poco alejado por su trabajo y las películas, pero cuando pasan el tiempo juntos son muy buenos, y que lo ama muchísimo. Pensé en Jake como la versión de buen padre y mi corazón se ablandó, aunque me costaba integrarlo a la versión que había conocido esta mañana, un hombre serio, gruñón y cascarrabias.

-Ana!- Escuché mi nombre a mis espaldas y reconocí la voz de mi amiga, pero al darme vuelta no la encontré. Me acerqué a una reja que separaba la salida de la entrada en el último escenario, ya que al ser el más grande, sin esa separación habría más caos que bandas tocando. -Ana!-

-Muriel!- La había visto. Bajé a Samuel de mi espalda.

-Dónde mierda estabas, te he estado llamado toda la tarde, te dejé mil mensajes!- Mierda, había olvidado avisarle a mis amigos la situación en la que estaba.

-Lo siento!- Le grité al ser alejada por la multitud que iba entrando al lugar. -Después te cuento todo!- Pero no me escuchó, se había perdido en la marea de pieles y cabezas.

-Esos eran tus amigos?- Preguntó Samuel. -Por qué no vas con ellos?- Preguntó algo triste.

-No te preocupes cariño, primero encontraremos a tu padre, dije que no te dejaría solo recuerdas?- Samuel abrazó mi cintura.

Llegamos a la entrada del último escenario y mis ánimos se estaban apagando, no había rastro de Jake, y cada minuto que pasaba sentía que era encontrar una aguja en un pajar y se me estaban agotando las ideas para encontrarlo.

-Te parece si volvemos al cuarto escenario?- Le pregunté a Sam que comía un pan que le había comprado.

-Está bien.-

Era incomprensible que un evento tan grande como este no tuviera un sistema empleado para cuando suceden este tipo de cosas, mucha gente venía con sus familias enteras y era evidente que cosas así podían ocurrir, tomando en cuenta que a la edad de Samuel, la mayoría de las veces que iba al supermercado con mi madre terminaba perdiéndome y llorando en una esquina hasta que me encontraran. La asociación encargada de este evento recibiría una carta gorda con mis molestias cuando esto acabe.

Llegamos al punto de partida y mis pies ya no daban más, miré la hora, las 4:37. Senté a Samuel lejos de la multitud y me senté a su lado.

-Donde está mi papá?- Me preguntó con lagrimas en los ojos.

-No sé cariño, pero no te preocupes de acuerdo? Si no lo encontramos a él, él nos encontrará a nosotros, él también debe estar buscándote amor.- Traté de calmarlo pero las lagrimas ya corrían por su rostro. Lo senté en mi regazo y lo abracé con fuerzas mientras lloraba, y de repente, me dieron ganas de llorar a mi.