Capitulo 16

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Nos encontrabamos tocando la guitarra. Habiamos cantado siete canciones y acabábamos de terminar la octava.

-En verdad muero de sueño, -dijo Zayn bostezando- entremos -se paro y tomo la mano de Liam.

-Yo me quedare un rato mas aquí -dijo Louis, todos asintieron y entraron.

-¿No quieres quedarte con el? -le dijo Niall a Harry cuando estuvieron adentro en la cocina. Miraban a Louis por la ventana que daba al patio.

-Me gustaría saber que piensa.

-Ve -lo empujo hacia la puerta.

-No, Niall -negó con la cabeza- es un momento de privacidad.

-Si, lo que digas, -lo empujo mas fuerte y abrió la puerta- ve -dijo mas despacio para que Louis no escuche.

Harry caminó hasta Louis, el cual estaba acostado mirando el cielo.

-Hey, -habló el ojiverde- ¿puedo hacerte compañía?

-Claro que puedes -respondió sin dejar de mirar el cielo.

El rizado se recostó a su lado y vio lo que tanto le gustaba del cielo, las estrellas.

-Mi abuela siempre decía, -dijo Louis rompiendo el silencio- que nunca hay que recordar a una persona como una estrella, es decir, no mirar a una estrella y recordar a esa persona.

Harry giro el rostro y lo miro esperando que continuase.

-Las estrellas no se mueven, la tierra lo hace. Entonces, esa estrella que tu mirabas no va a estar siempre, hasta se puede apagar. Cuando una estrella pierde su brillo nadie la tiene en cuenta -suspiro- siempre me pidió que la recuerde como la luna, ella nunca desaparecerá y estará todas las noches en el mismo lugar, aunque no la vea, siempre estará y nunca perderá su brillo, además, -rio y negó con la cabeza recordando- allí entran muchas personas a las que quiero recordar, o eso decia ella.

Harry se quedo admirando su perfil y pensando en las palabras que había terminado de decir.

-Es cierto, nunca lo había pensado de esa manera.

-Si alguna vez nos separamos por algún motivo, recuérdame cuando mires la luna -hablo el ojiazul mirándolo, y entrelazo sus dedos cuando tomo su mano. Harry no lo prohibió- promételo.

Harry miro sus ojos, tan azules como lo podía ser el cielo algunos días- lo prometo, Lou.

-¿Lou?

-Crei que te gustaría -Harry supo que había arruinado todo, pero simplemente hacia mucho que le quería decir ese sobrenombre.

-Claro que me gusta, Hazz -Louis volvió a juntar sus manos, que hasta ese momento Harry no sabia que se habían separado, y atrajo el cuerpo del menor aun mas cerca- comienzas a volverme loco -susurro solo para que Harry lo escuchara, aunque estaban solos.

-Dime como hago para detener eso -susurro de vuelta.

-Tal vez no quiero que pares, tal vez quiero que sigas poniendo a mi mundo patas arriba -ya no pensaba en sus palabras, e inconscientemente su corazón comenzaba a decir todo lo que el no se animaba.

-Entonces no lo haré, Louis -Harry junto sus frentes.

-No puedo esperar mas -el ojiazul subió sobre el menor, Harry no hablo. Louis le tomo el rostro entre las manos y siguió la curva de sus pómulos con sus dedos. Luego dejo que los dedos se arrastraran por su mejilla hasta los labios, trazando la forma de la boca con la punta de un dedo.

-Probablemente -hablo- deberías decirme que no haga esto.

El menor no dijo nada. No quería decirle que parara. Estaba cansado de decirle que no a Louis. De no permitirse sentir lo que todo su corazón queria que sintiese. El ojiazul se inclinó hacia abajo, los labios contra su mejilla, rozándola ligeramente y con aquel leve contacto le envió escalofríos a través de los nervios, escalofríos que hicieron que le temblara todo el cuerpo.

-Si quieres que pare, dímelo ahora -susurro.

Harry siguio callado y entonces Louis le acaricio con la boca el hueco de la sien.

-O ahora -trazo la línea de su pómulo.

-O ahora -tenía los labios posados en los de el menor.

-O.. -Pero Harry ya habia alzado las manos y tirado de él hacia su cuerpo, y el resto de palabras se perdieron en su boca. Lo beso con delicadeza, con cuidado, pero no era eso lo que el ojiverde queria, no en aquel momento, no después de tanto tiempo. Cerro los puños sobre la camisa del mayor, logrando acercarlo mas a el. Louis gruño suavemente, en el fondo de su garganta, y luego sus brazos rodearon al menor, apretándolo contra él; rodaron sobre la hierba, enredados, sin dejar de besarse. A Harry se le clavaban algunas rocas en la espalda, pero no le importaba. Todo lo que existia era Louis; todo lo que sentia, respiraba, queria y veia era Louis. Nada mas importaba.

Hice lo mejor que pude; Son las 1:36 de la mañana en Argentina así que me haría feliz que voten y comenten que tal les pareció

Lo acabo de terminar de escribir pero es muy tarde para actualizar, cuando lean esto ya no van a ser las una y media de la mañana, bueno eso, nos vemos

Cafe con leche | l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora