"Padre"
Fue la primera palabra que registró, no recordaba mucho. Pero no parecía molestarlo, solamente necesitaba lo esencial.
Fue salvado por Darkside de los humanos. Su raza había sido aniquilada por ellos y era el último descendiente de aquel linaje tan poderoso.
Al despertar fue llevado ante su salvador, su padre adoptivo. Su abuela le instruyó una serie de ejercicios para recuperarse.
"¡Chidori!"-Rugió mientras corría entre una docena de parademonios. Pasaron dos segundos hasta que estos explotaran en un líquido verde que salpicó al rubio.
Este cerro y abrió su mano derecha, ligeramente aturdido por aquella técnica. Era una tecnica de asesinato nato. Un poco menos efectiva que el Rasengan. Pero totalmente útil a la hora de asesinar a alguien y no dejarlo neutralizado.
Llevaba un traje totalmente negro sin mangas que dejaban al descubierto sus brazos. Sobre su cintura estaba una espada larga. O como le dicen en la tierra. Katana.
A su padre le pareció buena idea que siguiera con la costumbre de ser un ninja. Pero esta vez lo llevó a un extremo todavía peor.
Rápidamente desenfundo su arma, cortando a dos parademonios en un instante. No había rastro más de enemigos. Su cuerpo se había recuperado rápidamente gracias a la medicina que le están proporcionando.
Hoy mismo fue un fantástico día. Hoy finalmente podrá conquistar un planeta en nombre de su padre como nuevo Dios de Apokolips.
Trajo una gabardina consigo mismo. Su arma creada de Apokolips, el mismo era el arma. Solamente tenía una misión. Asesinar a todo el que este encontra de su padre.
Aún mantenía sus dudas de asesinar sin repare. Pero no tenía a nadie más que a su padre. No cuando fue traicionado en la tierra por su supuesta familia.
Al recordarlo hacía que su sangre hirviera. Se alistó para irse junto a uno de los nuevos dioses.
Steppenwolf el comandante de padre. El mismo iría a sus misiones. Como un "protector" más bien era un evaluador. El mismo reportaría las acciones que tomará en esta misión.
Tomó una máscara para lograr comunicarse con el resto de los alienígenas, además de poder respirar fuera de Apokalips.
Cerró sus ojos para concentrarse, esta era su primera misión de conquista. Lo haría bien, tenía que hacerlo bien.
Todo en nombre de su padre, su mano derecha tembló levemente, era temor? No, era otra cosa.
Steppenwolf observó por el rabillo del ojo al chico. Era alguien inestable, en cualquier momento atacaría a la mínima provocación. No tenía idea de lo que la abuela le hacía, pero tenía que trabajar más en él.
Observó al chico aparentemente dormir. Pero sabía perfectamente lo que hacía, Darkseid lo hacía. En el chico reside algo poderoso. Por eso el interés de su señor.
Si lograba controlarlo, tendría al perro guardián más poderoso del universo.
-
"Mono"-La voz hizo que abriera sus ojos.
Ahí estaba, la cosa que le daba el poder suficiente como para arrodillar a Superman.
"Tenemos trabajo por hacer"-Habló sin temor alguno, algo que sabía de este ser, era que no lo mataría. Al menos no aun, algo quiere de el y posiblemente lo sepa. Pero jugaría su juego durante un tiempo.
"Tks, lo que más desprecio es que mi heraldo sea una marioneta por un ser insignificante.
Esas palabras provocaron que la rubia frunciera el ceño.
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