capitulo 2

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Cuando desperté, hacía frío. No recordaba el frió, pero de cualquier manera, tampoco recordaba como habia llegado allí. Las gruesas mantas no llegaban a opacar la sensación de frio que inundaba la habitación, un gran cuarto de paredes color blanco. Los muebles de madera acompañaban a la cama con dosel. Había un pequeño gatito ronroneando a los pies de la cama. Yo adoraba los gatos. Su pelaje negro resaltaba sus ojos grises. Habia un rastro de nieve de la puerta hasta donde el gato se había acomodado. Miré por la ventana de la izquierda. De verdad estaba nevando. En casa nunca nevaba. Miré hacia la derecha y casi me da un infarto. La chica del tunel, con sus largos cabellos castaños, me miraba intensamente. Yo fruncí el ceño, extrañada. Ella sonrió al notar mi expresión.
- ¿Quien eres tú?- le pregunté, y sus ojos verdes brillaron.
- Soy Alyssa. Supuse que preferirias despertar con alguien mas amable que con alguna de las zorras de esta región. No digo que tu seas una zorra, las Herederas tienen mejor caracter que todas las cortesanas de por aquí.- Su voz no paró ni un segundo para detenerse a respirar, o para que yo procesara la infotmacio. ¿De que mierda estaba hablando esa chica? Heredera. Cortesanas. Region... ¿Que recarajos?
-Woe, wow, wow, chica. Espera un momento. ¿De que estas hablando?- la corté. El gatito trepó por la cama hasta llegar a mi regazo. Me miró y giró un poco la cabeza. Yo sonreí y le hice cosquillas en la barbilla, cosa que lo hizo ronronear. Alyssa me estaba mirando, extrañada.
- ¿Te agrada esa criatura demoníaca? Me intento arañar la cara cuando entré al palacio, lo hubieras visto saltando a mi cara y luego cayendose en el camino, fue asombroso.
El gato le siseó y ella le devolvió el sonido. Yo reí y ella me miró.
- Es la primera vez que ries.
Yo miré hacia abajo. Yo no reía fácilmente, costaba hacer que yo esboce una sonrisa. Solo algunas cosas (como el gato) me hacían sonreir. No levanté la cabeza, pero la miré, ella estaba sonriendo, mostrando todos sus dientes. Sonreí de lado y le pregunté:
- ¿Me explicarás lo que esta pasando o no?
- No soy la indicada para decirtelo... Tenemos que ir a ver a tu madre

Mi Helado CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora